El Llano Amarillo de Algeciras se convierte en los días de feria en un inmenso y desordenado campamento integrado por camiones, furgonetas y caravanas propiedad del personal que trabaja en el Real. Una vida nómada, agotadora y del revés de gente que duerme por el día mientras que, de noche, vive bajo las luces de la feria, entre casetas, puestos itinerantes y "cacharritos".

Fue a finales de la semana pasada cuando este ejército comenzó a acampar, progresivamente, en la explanada del Llano Amarillo. Era frecuente verles tomar el fresco a última hora del día, a las puertas de sus viviendas móviles. En mitad de todo aquello alguien, oliendo el negocio, había instalado una máquina de agua y refrescos a disposición de la peculiar vecindad.   

Caravanas, furgonetas y camiones con motivo de la Feria Real

Sin embargo, desde la apertura de la Feria, los horarios han cambiado. Ya no hay un alma por las noches y, a primera hora de la mañana, las ventanas cerradas a cal y canto de las caravanas indican que sus propietarios duermen a pesar del ruido perseverante del puerto y el sol que recalienta el techo de los vehículos aparcados en ese solar sin sombra. Lo que cuenta no es el destino, sino el camino que se recorre. 

Precisamente este lunes, los famosos "cacharritos" y demás atracciones estarán hasta arriba con motivo de los descuentos organizados durante el Día del Niño.