PREGÓN

Juan Andrades dedica su verso más íntimo a la Semana Santa de Algeciras

Juan Andrades Azorit, este domingo en el Teatro Florida.

Juan Andrades Azorit, este domingo en el Teatro Florida. / Erasmo Fenoy

Lo que se borda: luce, brilla y queda para siempre. Y lo bordó. Juan Andrades Azorit interpretó una de las mejores obras de los últimos años en el Teatro Municipal Florida, con un Pregón Oficial de la Semana Santa de Algeciras lleno de creatividad, emoción, originalidad y un sinfín de adjetivos, de alto gusto, para anunciar la Pasión, Muerte y Resurrección, siempre con la Virgen María en el centro del foco. Y es que, entre otras muchas verdades, evidenció el espacio que ocupa la Virgen y sus diferentes advocaciones, en el centro del corazón del pregonero.

Andrades Azorit sorprendió a extraños, no tanto a los propios y más acostumbrados a su estilo a la hora de exaltar, con un completo pregón al que no le faltó un detalle y en el que brilló, de una manera especial y como era de esperar, la facilidad interpretativa y expresiva del pregonero, así como la desnudez que mostró a la hora de abrirse el pecho y versar sus más íntimas conversaciones y rezos con las diferentes Imágenes de la ciudad.

Con un potente inicio y un tono de voz sobresaliente, el pregonero desgranó sus más bellos piropos a su entregado amor a la ciudad de Algeciras, con sinuosos pasajes y una estrecha conversación entre sus calles y plazas, para así descubrir ese aforado enamoramiento de “la Isla Verde”, a través de los ojos de su Semana Santa. Uno de los puntos más álgidos del texto durante este Domingo de Pasión y genialmente rematado con los sones del pasodoble titular: “Novia guapa del sol”. Todo ello tras un notable hilado de versos con la musicalidad de “Vida” al fondo. “Mírame Algeciras, necesito ver el brillo de tu sonrisa y llenarme de ti”.

Una absoluta declaración de intenciones. Como lo fue la confesión, desde la admiración más profunda y el respeto, de ser sanroqueño y aún más, un “un humilde mortajero que viene a pregonar tu Semana Santa”, su hermandad y raíz con la ciudad a la que lleva dedicado dos décadas de su vida. Tanto a nivel de hermandad, como con la titularidad en la vestimenta de María Santísima de la Piedad. Sin duda, la gran devoción del pregonero y a quién acabó dedicando toda la obra.

Esa pasión como vestidor, con sus “alfileres de amor” a la Virgen, ocupó una parte central y destacada en el texto presentado al respetable del Teatro Florida, con un notable aforo. De igual modo, otra de sus pasiones, la saeta, dispuso del elogio y la alabanza del pregonero, quién cumplió su palabra de no cantar durante la obra. Lo que no dejó exento al pregón de diferentes acompañamientos artísticos, tanto a nivel musical (con bellas armonías a piano, que acompañaron de fondo varios de sus poemas); así como de interpretación. Ya que por escenario se pudo ver, con sones de música de capilla, desfilar al muñidor de la Sagrada Mortaja, con su tan singular y reconocible campana, acompañado de dos servidores y sus respectivos faroles. Sin duda, uno de los momentos más aplaudidos fue el dedicado a la hermandad del Viernes Santo.

Como especialmente emocional fue su íntima confesión de amor a las Esperanzas, concretamente a dos. A la que le acompaña desde hace años y tiene su sede en Granada, con la corporación nazarí del Gran Poder y que le priva de la otra, de contemplar el infinito rostro de la Esperanza tras los pasos de Jesús Cautivo de Medinaceli. Con los bellos sones de “La Esperanza de María” como marco, el pregonero supo contagiar y trasladar todos sus sentimientos hacia una de las advocaciones más veneradas. Siempre la necesidad de Esperanza.

Las solmenes notas de “La Madrugá” anticiparon otro de los puntos más importantes de la obra, los versos dedicados a la dolorosa del Miércoles Santo, de la Hermandad de la Buena Muerte, a la que Andrades viste desde hace algunos años. Sinceras y sentidas hipérboles que regalaron uno de los instantes cumbres en el pregón y que sentenció con su profunda devoción a la “señora de los estudiantes, mi reina del Mayor Dolor”.

Aunque lo mejor, el dulce postre, lo guardó para el final el pregonero, como bien manda el acto final de una buena obra. Un pasaje completamente devocional y emocionante dedicado al gran amor de su vida, la Virgen de la Piedad de la Sagrada Mortaja. Simplemente, se quedó vacío y exhausto en palabras de cuánto quiso decirle, expresarle y gritar al mundo, con voz alta y clara que “que la madre de Dios en la tierra, lleva por nombre Piedad”.

Un pregón redondo, con un perfil más de corte interpretativo y expresivo, en el que Juan Andrades Azorit puso el corazón en cada verso y cada palabra, algo que llegó con ilusión a las butacas del Teatro Municipal Florida y que vino para anunciar que queda solamente una semana. Una semana para los días del gozo. La suerte está echada, enhorabuena pregonero.

Banda Municipal de Algeciras Armando Herreros. Banda Municipal de Algeciras Armando Herreros.

Banda Municipal de Algeciras Armando Herreros. / Erasmo Fenoy

Una cuidada presentación

El Pregonero Oficial de la Semana Santa de Algeciras, Juan Andrades, estuvo presentado por su buen amigo y hermano de corporación, en la Archicofradía Carmelita, José Manuel Sánchez Bautista. El antiguo Hermano Mayor de Buena Muerte y buen amigo del pregonero, dedicó unas sentidas palabras durante la presentación, en las que repasó su vinculación a la Semana Santa, desde muy joven, así como de sus estrechos lazos personales entre ambos a través de la Virgen del Mayor Dolor.

El escenario, para la ocasión, contó con una puesta en escena muy particular, de la mano y organización de la Hermandad de la Sagrada Mortaja. Con una imponente cruz a la izquierda del pregonero, resaltada por un con un sudario y sobre un monte calvario. El pregonero estuvo iluminado también, tras el atril, por uno de los candelabros de guardabrisas de la corporación del Viernes Santo, además de una preciosa consola, de estilo francés, que sirvió de apoyo al pregonero para su copa y jarrillo protocolario. La nota musical de la jornada, una vez más, la llevó a cabo la Banda Municipal de Algeciras Armando Herreros.

Junto al pregonero han estado el alcalde, José Ignacio Landaluce; el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Manuel Delgado Cerro; su director espiritual, el sacerdote Rubén Vargas Candón, y el primer teniente de alcalde, Jacinto Muñoz Madrid.

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