La de la preliminar algecireña del LVIII Concurso de Cante Jondo Mairena ha sido una noche de contrastes flamencos. Incluso de alguna que otra apuesta demasiado arriesgada -que se salió prácticamente de los cánones de esta música- y que no es previsible que el jurado impulse. Pero el arte es así. Cinco aspirantes han concurrido a una plazoleta San Isidro con buen ambiente y que ha vivido detalles de interés. Aforo de unas 200 personas. 

La encargada de romper el hielo fue la joven cantaora sanluqueña Amara Román. Ella es la única de esta previa en Algeciras que puede optar al premio Manuel Mairena, destinado a los candidatos entre 15 y 25 años, y también la única que no se hizo de acompañar por el tocaor que dispuso la organización, José de Pura. La escoltó Niño Manuel. Román posee una voz bonita, pero le cuesta emocionar. Está en el camino aún.

La segunda de las candidatas, la jerezana Inmaculada Ortiz, es una artista plenamente heterodoxa. En formas y fondo. No convenció. Alejada de toda flamenquería, puso una nota de color extraña y estridente. 

José García, El Petro, devolvió la noche al camino flamenco. Tiró de clasicismo pero, al menos, elevó el listón y no cantó mal por soleá. Algo similar ocurrió con el chiclanero José Manuel González Perea, un cantaor bastante completo que gustó por alegrías. 

Fernando Canela, al que el sorteo previo deparó intervenir en último lugar, no defraudó para nada. Partía como favorito de la velada y confirmó las expectativas. Cantó con dulzura por malagueñas a la vez que con facilidad, mostró profundidad y fuerza en la soleá y dejó un excelente sabor de boca en unas alegrías en las que tanto su hermano Alejandro como su sobrino Fernando subieron al escenario para acompañarlo a las palmas. 

El director del programa flamenco El Colmao, de Onda Algeciras TV, Juan Casal, presentó a los artistas y condujo la velada con solvencia. Por su parte, el jurado estuvo compuesto por Eulogio Ortiz, de la Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena, José Vargas, presidente honorario de la Sociedad del Cante Grande de Algeciras, y dos flamencos campogibraltareños más con muchos kilómetros de vivencias y conocimientos a sus espaldas, el linense Antonio Martínez, y Juan Macías, de San Roque. 

Algo más de dos horas de espectáculo -descanso incluido- y la confirmación de que la plazoleta San Isidro es infinitamente mejor emplazamiento para estas citas de mediano formato que el parque María Cristina, donde arrancó el verano pasado esta fructífera colaboración entre Algeciras y Mairena del Alcor.