Operación Jaro | Tráfico de drogas

La red de blanqueo del narco trató de transferir 123 millones de euros desde un banco de Austria

  • Ingresan en prisión tres miembros de la red, que presentó un falso proyecto fotovoltaico para intentar traer el dinero a España

  • El cabecilla creó una trama piramidal que le servía para pagar con el dinero entrante deudas del pasado

Agentes de la Guardia Civil, durante el registro llevado a cabo el pasado día 6 en la Galería Regina, cerca de la Plaza Neda, en Algeciras.

Agentes de la Guardia Civil, durante el registro llevado a cabo el pasado día 6 en la Galería Regina, cerca de la Plaza Neda, en Algeciras. / Jorge del Águila (Algeciras)

Los investigadores de la Guardia Civil le definen como “un encantador de serpientes, un mentiroso compulsivo” capaz de engañar al más pintado, hasta el punto de montar una trama piramidal cuyas víctimas han sido diferentes bandas de traficantes de drogas asentadas en el Campo de Gibraltar. Gracias a su locuacidad y capacidad de convicción, manejó millones de euros que los narcos le habían confiado bajo la promesa de blanquearlos, a cambio del cobro de porcentajes en forma de comisiones. Residente en Algeciras, de 56 años y prejubilado por enfermedad en una de las grandes empresas del polo industrial del Campo de Gibraltar, José fue detenido el pasado día 6 en el centro de la ciudad en el marco de la Operación Jaro.

José no es una persona de gustos refinados o dado al lujo gracias a los ingresos derivados de su relación con los narcos. A diferencia de sus clientes -muchos de los cuales residían en la conocida como Villa Narco de El Zabal, en La Línea de la Concepción- ni comía en restaurantes caros ni conducía coches de alta gama. Sus quehaceres cotidianos se reducían a regentar una modesta tienda de muebles de cocina con escasa actividad.

Entre los clientes de los detenidos figuraban algunos residentes en Villa Narco, en El Zabal

Tampoco le gustaba llamar la atención, quizá porque se sabía amenazado por no haber cumplido a tiempo con algunos de sus compromisos. El trato era aparentemente claro: los narcos le entregaban su botín y él se encargaba de poner en circulación el dinero de estos de forma legal, a cambio del cobro de entre el 3 y el 15% del capital puesto bajo su custodia, según la Guardia Civil. De alguna forma, era un narcobanquero, aunque el negocio se le fue de las manos.

La organización que capitaneaba estaba formada supuestamente por otras cuatro personas, de las que los dos han entrado en prisión por orden judicial junto al cabecilla. Una de ellas es un primo de este último y la otra un vecino de Alcalá de Guadaira (Sevilla).

Esta red “utilizaba presuntamente sociedades propias y de terceros para devolver el dinero en efectivo en forma de viviendas, coches y otros bienes muebles, transferencias bancarias, pagos periódicos de efectivo metálico a requerimiento e incluso altas en la Seguridad Social”, informa la Benemérita. Sin embargo, José no siempre cumplía lo pactado.

José no siempre cumplía lo pactado. “Quizá, lo mejor que le ha podido pasar por su seguridad es que lo hayamos detenido”, según la Guardia Civil

A tenor de las investigaciones, la organización del detenido utilizaba el dinero nuevo que le llegaba para ir pagando deudas del pasado, generando así nuevos intereses y enemigos. La operación del Organismo de Coordinación del Narcotráfico (OCON) Sur de la Guardia Civil fue abierta hace aproximadamente un año, aunque las investigaciones han detectado movimientos de esta red desde 2015.

“Quizá, lo mejor que le ha podido pasar por su seguridad es que lo hayamos detenido”, indican fuentes de la Guardia Civil, a la vista de las numerosas presiones nada amistosas recibidas por José. Su narcobanco "pasaba un momento de quiebra técnica, teniendo que realizar pagos con fondos provenientes de nuevos depósitos, para cubrir las demandas amenazantes de anteriores inversores".

Parque fotovoltaico

En esos seis años habría podido blanquear alrededor de 5 millones de euros, pero la oportunidad de hacer un negocio realmente bueno se le presentó cuando una importante banda de narcotraficantes del Campo de Gibraltar puso en sus manos 123 millones de euros. Palabras mayores, una prueba más de la ingente cantidad de dinero que mueve el narcotráfico y de los recursos de los que dispone.

Según la información en exclusiva obtenida por esta redacción, ese dinero se encontraba depositado en una entidad financiera domiciliada en Austria, aparentemente libre ya de todo rastro que pudiera indicar su origen supuestamente ilícito. ¿Cómo transferirlo a España, a otro banco, sin que levantase sospechas? Ahí entraba la red de sociedades mercantiles creadas por la red en España y en el extranjero a modo de pantalla.

La red criminal desarticulada llegó a presentar un proyecto empresarial detallado a bancos españoles a fin de que admitiesen la transferencia del dinero, sin que se encendieran las luces rojas

El propósito declarado de manera oficial por los integrantes de la trama, según el plan frustrado por la Guardia Civil, era que los 123 millones de euros iban a servir para financiar por medio de alguna de esas empresas un falso proyecto de construcción de un parque solar fotovoltaico.

Según las fuentes consultadas, la red criminal desarticulada llegó a presentar un proyecto empresarial detallado a bancos españoles a fin de que admitiesen la transferencia del dinero, sin que se encendieran las luces rojas, y "dar una apariencia legal" a una transacción por una cantidad tan alta. No obstante, la trama no especificó dónde pensaba situar las placas. El dinero no ha podido ser recuperado todavía por las autoridades españolas.

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