OBSERVATORIO DE LA TROCHA - NUESTRA DECORACIÓN POPULAR

Azulejos iconográficos de Algeciras (I)

Mural obra de Helmut Siesser en la Avenida de Blas Infante.

Mural obra de Helmut Siesser en la Avenida de Blas Infante.

El origen de los azulejos; es decir, del barro cocido (ladrillo) y vidriado, con varios colores se asienta en la más remota antigüedad. Las culturas mesopotámicas, como Babilonia o Asiria, y la antigua Persia ya lo usaban como elemento decorativo en sus construcciones, por su durabilidad y belleza. El Imperio Bizantino heredó esta tradición, que siglos después, debido a la conquista árabe, se transmitió a este pueblo. Con la expansión del islam, el uso de los azulejos se fue extendiendo por todo el norte de África y llegó a nuestra península. Posteriormente, los reinos cristianos usaron este elemento decorativo en su arte mudéjar. Con el paso de los siglos se utilizaron en el Modernismo y en el Regionalismo. En los azulejos se representaban simples elementos decorativos como amorcillos, guirnaldas, volutas, etc. o una iconografía concreta sobre un asunto profano o religioso. En las calles de nuestra ciudad, Algeciras, aparecen diversos azulejos, unas veces formando un monumento exento, y en otras ocasiones, adosados a una paredes o muro. Los que más abundan son aquellos referidos a la iconografía religiosa, sobre todo en las fachadas de las distintas parroquias católicas. A lo largo de este reportaje iré comentándolos. También mencionaré otros interiores.

Comenzaré por el mural existente en la Avenida de Blas Infante cerca de la entrada de la Calle Sevilla y a espaldas del Ambulatorio de la Seguridad Social. Está constituido por pequeñas piezas de cerámica, en las que se combinan los colores blanco, azul, ocre y verde. Representa una vista de Algeciras desde el mar, seguramente inspirada en una fotografía antigua, donde el caserío de pequeñas casas con la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la Palma, irguiéndose entre el conjunto de estas casas, queda enmarcado por el azul del mar y del cielo. El muro en el que está adosado forma un ángulo diédrico recto y a sus pies se extiende un parterre con diversas plantas. Originalmente había un estanque con nenúfares y todo el conjunto de casas del mural se hallaba resaltado por una estructura de hierro que lo silueteaba. Esta estructura se fue rompiendo, ya que los niños la usaban como punto de apoyo para trepar dentro del colegio General Castaños, a cuyo muro trasero está adosado. Al restaurarse, se colocó una nueva estructura de hierro, pero algo diferente a la original, más pegada al mural, que muestra actualmente.

Es obra del artista alemán Helmut Siesser, afincado en nuestra ciudad, que tomó parte muy activa en las actividades artísticas de Algeciras hasta su fallecimiento. Este mural representa un homenaje a Algeciras. Se construyó tras la demolición del vetusto Casino Cinema a principios de la década de los años setenta del siglo XX, cuya fachada posterior estaba junto al referido muro trasero del centro escolar, con el fin de embellecer el rincón que quedaba a la vista.

Otro mural destacable era el que llevó a cabo el artista sanroqueño José Barroso. Fue erigido en un gran muro junto al Centro Cívico de la barriada de la Reconquista en 1974, en la parte alta de las escaleras que comunican la avenida Virgen del Carmen con este pasaje que conduce a la plaza de la Constitución. Consistía en un mural de cerámica policromada de grandes dimensiones, en un gran muro con dos caras, en la cara que mira hacia el Oeste se representa una escena de pesca con cinco marineros en el momento de sacar las redes, en el lado orientado hacia el Este, muestra una alegoría del trabajo y de la industria. Actualmente se halla tapada la cara de levante por un panel de hierro, mientras que la otra se encuentra totalmente pintarrajeada con grafitis que ocultan los azulejos.

En los jardines del tramo del paseo de la Conferencia que, en una suave pendiente, llega hasta el hotel Reina María Cristina, donde hasta mediados de los años sesenta del siglo XX se encontraba la playa de El Chorruelo, se erigió en 1992 un monolito cubierto, por lascas de piedra, en cuyo centro destaca un panel de azulejos de colores blanco y ocre, de tamaño mediano, que representa el desaparecido casino de juegos denominado Kursaal, el cual en 1933 se convirtió en el Instituto de Segunda Enseñanza de nuestra ciudad. Aquella desaparecida construcción consistía en una especie de palafito de forma rectangular, construido en madera, que se sustentaba sobre pilares del mismo material y al cual se accedía por su fachada oeste, orientada hacia el mencionado paseo. Disponía de amplios ventanales con arcos escarzanos totalmente acristalados y por su lado este se extendía la playa a la que acudían los huéspedes alojados en el hotel cercano y, por supuesto, los algecireños.

En 1942 sufrió un devastador incendio que lo destruyó, parece ser que el origen fue una chispa que saltó de una vagoneta que transcurría a sus pies para llevar piedras de la cantera de los Guijos hasta el puerto que se estaba construyendo. Este monumento se erigió en el cincuentenario de este aciago suceso.

En el parque María Cristina, en el monumento en homenaje a García Lorca, y junto al busto en bronce ejecutado por Rafael Gómez de Avellaneda Sabio, vemos un mural de grandes proporciones en el que se representa una gran ventana abierta al horizonte a través de la cual se ve un gran sol y el mar; al lado izquierdo aparece la figura de un ángel de figura masculina desnudo y la leyenda que imita una escritura a mano: "Si muero, dejad el balcón abierto"; la cual parece sugerir el deseo de eternidad. Su autora es la artista Cristina López Vargas.

En el cementerio antiguo se encuentra el mausoleo de nuestro guitarrista universal, Paco de Lucía. En este mausoleo se hallan cuatro de las columnas del desaparecido coso de la Perseverancia y en el testero del fondo se levanta un muro de piedra sobre el que se ha colocado un panel de azulejos de medianas dimensiones del siglo XVIII, de origen portugués, en honor a la madre del artista. En estos azulejos se ha estampado la imagen en tonos azulados del descendimiento de Jesucristo, orlado por dibujos de temática vegetal. Delante de este panel de cerámica se alza el busto de Paco de Lucía de grandes proporciones, cuyo autor es Nacho Falgueras.

En los bancos rectangulares y octogonales que circundan la fuente central de la Plaza Alta podemos admirar la serie de azulejos que representan escenas de la universal obra “El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” y también el rostro de su autor, Miguel de Cervantes Saavedra, asimismo otros con el escudo de nuestra ciudad. Este revestimiento cerámico data de los años treinta del siglo XX, pero ha sido restaurado en varias ocasiones a lo largo del tiempo. Resulta un elemento muy característico de este emblemático lugar urbano de Algeciras.

También podemos ver en la fachada orientada a la calle San Antonio del edificio La Escuela un panel de azulejos con la leyenda: Centro Cultural La Escuela, y bajo el arco de medio punto, la representación de una de las fachadas del edificio. Es de forma rectangular con el citado arco de medio punto en su parte superior, orlado por un marco de madera. Este edificio fue la antigua escuela de arte; luego, tras varias décadas de abandono, se convirtió en un centro comercial y más tarde, cultural. Actualmente alberga las sedes de distintos partidos políticos.

Hace ya muchos años hubo un gran panel de azulejos policromados que representaba la Bahía de Algeciras y el Estrecho de Gibraltar, situado en el antiguo rompeolas. Años más tarde fue trasladado al denominando “muelle de las Anclas”, en el paseo de la Hispanidad. Cuando se construyó el actual parque de la Conferencia fue eliminado.

Para concluir con la iconografía de temática profana del exterior, he de mencionar el revestimiento de azulejos de la fachada de la farmacia Hernández, instalado hace poco tiempo. Luce motivos vegetales esquematizados de gran vistosidad.

A estos azulejos exteriores hay que añadir los interiores del edificio Guillermo Pérez Villalta, entre los que destacan el gran mosaico que representa la cabeza muy esquematizada del dios Poseidón o Neptuno, divinidad del mar, en el piso del sótano a la entrada o ágora; en el patio anterior al odeón o anfiteatro encontramos dos grandes paneles: el de la izquierda representa, con los colores verde, amarillo y azul, el Paraíso con su gran árbol de la vida y del conocimiento en su centro; en el de la derecha se muestran las figuras de Adán y de Eva , con los símbolos del sol y de la luna , que alude indiscutiblemente a los principios masculino y femenino de la naturaleza; en el zócalo exterior al anfiteatro se representa, en colores blanco y negro, unas figuras desnudas masculinas y femeninas muy esquematizadas, las cuales aluden a una procesión en honor del dios Baco. Dentro del anfiteatro o salón de actos se extiende un gran zócalo en su parte superior en el que se alternan los rostros de Dionisos, con su risa, y de Jesús, con sus lágrimas.

Los azulejos de temática religiosa son los más abundantes y se encuentran en algunas vías de nuestra ciudad y en las fachadas de varios templos, alusivos a las imágenes titulares de sus respectivas cofradías.

En la avenida de Agua Marina, cerca del cruce con la calle Cid Campeado, podemos contemplar un monumento a Nuetra Señora del Carmen, que consiste en una especie de monolito de ladrillo visto en el que se ha adosado un panel de azulejos policromados de medianas dimensiones con la efigie de la Virgen del Carmelo, patrona de los marineros. Fue erigido por la asociación de vecinos La Perlita. En esta misma avenida, en el tramo hacia la Cañada de los Tomates, se erigió otro monumento a la misma advocación, consistente en un panel de azulejos policromados también con la imagen sagrada de Ntra. Sra. del Carmen. A los pies se puede leer “EL COLES”, nombre artístico de un torero algecireño muy popular y querido por la población.

En la rotonda de la barriada del Tropezón, en la intersección entre las calles Andalucía y Segre, se encuentra otro monumento a esta advocación mariana, consistente también en una especie de monolito, cubierto por un tejadillo de tejas vidriadas de color azul, con los bordes cortados a bisel, y enlucido de color blanco donde se ha adosado la imagen de la Virgen en azulejos policromados. Fue erigido por la asociación de vecinos La Amistad.

En la plazuela del Buen Fin se halla, adosado a la pared de un bloque de pisos, un panel de azulejos policromados con la imagen de la Virgen de la advocación homónima, entre unas pilastras y un arco de medio punto. Este panel se encuentra coronado por un guardapolvo o tejadillo de tejas. Se le han eliminado sus dos pequeños faroles que tenía a cada lado. En la plazuela de Ntra. Sra. la Virgen del Rocío, junto a la parroquia del Corpus Christi, podemos ver otro panel de azulejos policromados con la imagen de Ntra. Sra. del Rocío, adosado a la pared lateral de la mencionada iglesia. Se cubre con otro tejadillo o guardapolvo de tejas y cuenta con dos pequeños faroles.

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