El etarra Asier Tapia, trasladado de urgencia al hospital Punta Europa

Asier Tapia Zulaika, detenido en octubre del año pasado en Francia por su vinculación al aparato político de ETA, fue trasladado ayer por la noche de la prisión de Botafuegos al hospital Punta Europa aquejado de una apendicitis. El ex dirigente de Segi sufrió un intenso dolor abdominal sobre las nueve y media de la noche, por lo que se decidió su ingreso en el centro hospitalario para ser operado, según confirmó ayer a este diario el director de la cárcel, Francisco Márquez.

El traslado de Asier Tapia -en un vehículo policial- estuvo rodeado de fuertes medidas de seguridad. Una de las salas de Urgencias del centro hospitalario fue reservada para su tratamiento y a las puertas de la misma se apostaron dos agentes de la Policía Nacional, más otros de paisano. En el exterior se apostaba un vehículo Zeta a las puertas del hospital y en la parte trasera, donde se encontraba el antiguo mortuorio, otros dos vehículos impedían el acceso y varios agentes vigilaban la zona. Fue por esta puerta trasera y no por la principal por donde presumiblemente se produjo el ingreso del etarra. En la zona de Urgencias se respiraba tranquilidad absoluta y los familiares y médicos deambulaban con normalidad, salvo en la zona reservada, a la que sólo se podía acceder con autorización.

Asier Tapia, huido de la Justicia española desde febrero de 2005, fue sorprendido el pasado 2 de octubre mientras circulaba en un vehículo entre las localidades de Biriatou y Hendaya, en el País Vasco francés. Tapia, que no iba armado ni portaba documentación, fue arrestado en virtud de una euro-orden de detención librada después de que el 7 de febrero de 2005 no compareciera en el juicio en el que la Fiscalía pedía para él 111 años y 10 meses de prisión por los delitos de integración en banda armada, daños e incendios terroristas.

El 6 de marzo de 2001, Tapia protagonizó junto al líder de Batasuna Arnaldo Otegi una rueda de prensa tras la detención de 15 dirigentes de la organización juvenil Haika, anunciando una "respuesta" a esos arrestos, a raíz de la cual se sucedieron diversos episodios de violencia callejera en el País Vasco.

El dirigente de Segi -organización ilegalizada por su vinculación a ETA- fue detenido días después de su intervención y el juez Garzón ordenó su ingreso en prisión, donde permaneció entre el 11 de marzo y el 9 de octubre de 2001, fecha en la que quedó en libertad bajo fianza de 30.000 euros. El 22 de febrero de 2002 fue procesado junto a otros 26 miembros de Jarrai-Haika-Segi y, además del delito de pertenencia a ETA, se le imputaron 22 delitos por inducción de los incendios y daños terroristas.

El día de su detención también fueron arrestados el portavoz de Batasuna Joseba Álvarez y la dirigente abertzale Ohiana Aguirre.