obituario | el gaditano recibió el título de hijo adoptivo en 2012

Adiós al cura de Algeciras

  • La ciudad queda huérfana del padre Llanes, párroco durante 45 años del Corpus Christi y un personaje clave en su vida social desde su llegada en 1962

"He sido muy feliz en Algeciras. De todas las parroquias tengo un recuerdo imborrable. He vivido muy intensamente mi sacerdocio, con los problemas que la vida presenta lógicamente, pero también con la ayuda de todos los compañeros". Algeciras está huérfana desde ayer del hombre que hace apenas tres años pronunció estas palabras que ahora suenan a epitafio. Sebastián Llanes Blanco, el padre Llanes, falleció de madrugada a los 79 años después de dejar una huella imborrable en la ciudad, en cuya vida diaria marcó una época.

No hay un sólo algecireño -católico o no- que no conozca a este cura diferente, siempre al cabo de la calle, que te soltaba con la misma naturalidad un sabio consejo que una guasa gaditana, siempre agudo y certero y siempre del lado de la gente.

Hace 56 años que Llanes llegó a una Algeciras que lo adoptó y que él adoptó hasta convertirse en parte de su historia reciente. Una Algeciras en la que caló hondo con su incansable actividad sacerdotal y su sólido temperamento y que le tuvo presente en prácticamente todos los actos que movían la vida social de la ciudad durante mmedia vida.

Pero, aunque lo pareciera, Sebastián Llanes Blanco no nació aquí. Lo hizo el 8 de enero de 1939 en el barrio de Santa María, en Cádiz, en la casa Lasquetty, junto al Nazareno. Empezó sus estudios en el colegio del Campo, con la señorita Julita Sagra. Después ingresó en el colegio de La Mirandilla, con los hermanos cristianos de La Salle. El párroco de La Merced, el padre Sánchez Ortega, vio en aquel monaguillo de once años vocación religiosa y en 1950 lo llevó a las puertas del seminario.

El 19 de julio de 1962 fue ordenado sacerdote, apadrinado por la cofradía de la Sentencia de Cádiz. Pocos días después celebró su primera misa en la parroquia de La Merced, en pleno barrio de Santa María. Tras pasar unos meses en la parroquia de Santo Tomás de Aquino de la capital gaditana, con el padre Vallejo, el 15 de octubre de 1962 llegó a Algeciras, a la parroquia La Palma, como vicario del padre Sebastián González Araujo. Tras seis años en la iglesia del Carmen, con el padre Cruceiras, Llanes se hizo cargo de la parroquia del Corpus Christi, en el barrio de la Cuesta del Rayo. Era septiembre de 1969 y ya había comenzado su idilio eterno e increbantable con los algecireños.

Tanto es así que allá por 1997 el entonces obispo de Cádiz, Antonio Ceballos, le propuso que regresara a su ciudad, a la parroquia de Santa Cruz, conocida como la catedral vieja, pero tras una conversación profunda logró quedarse en Algeciras. Sus fieles, relataba hace años, más que otra cosa militantes suyos, sus laicos y seglares, sus amigos, no se lo hubieran perdonado.

Llanes se sentía parte inseparable de Algeciras, pero sin olvidar que era de Cádiz. "Me siento gadita hasta el tuétano, aunque estoy muy orgulloso de los años que llevo en Algeciras", argumentaba en una entrevista en este periódico. "No me olvido de que nací en Cádiz y que mi familia es de allí. Para que no se me olvide, todos los veranos me voy un día a bañarme en La Victoria, paseo por mi barrio y por la noche me como unas caballitas en La Caleta".

Sebastián Llanes fue fundador de la Venerable y Sacramental Cofradía de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto, Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora del Buen Fin, y de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, ambas con sede canónica en el Corpus. "A quien le tengo devoción es a la Virgen María y todas las advocaciones que puedan ayudar a expresar ese amor, pues bienvenidas son", explicaba hace años. "El camino del Coto no es lo importante, si no fuera porque lleva a la Virgen. Por eso, tengo claro que se hace el camino si podemos ir todos, los que tienen para pagárselo y los que no tienen; quien quiera ir al Coto, me parece muy bien, pero la hermandad va donde va el Simpecado", apostilló.

También fue delegado episcopal para las Hermandades y Cofradías de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, así como director espiritual del Consejo Local de Hermandades y Cofradías.

El 28 de septiembre de 2012, coincidiendo con sus 50 aniversario como cura, recibió el título de Hijo Adoptivo de Algeciras en "reconocimiento público a los méritos sociales y humanos que concurren en su persona y como muestra de su vinculación y cariño a la ciudad". En un salón de plenos abarrotado de público, el párroco del Corpus Christi se sintió muy feliz porque "hoy me pueden decir paisano". "Me he hecho cura aquí, en Algeciras y todo lo que tengo se lo debo a Algeciras, a mis compañeros, a mis amigos", manifestó.

El 6 de julio de 2014 se jubiló como párroco del Corpus Christi durante una emocionante misa multitudinaria. La iglesia se llenó para despedir al veterano sacerdote, que se dedicó desde entonces a ser presbítero en la capilla de Europa, en la Plaza Alta. En su sermón se emocionó al recordar con alegría que le acompañaban muchos de los monaguillos que le asistieron durante los más de 40 años en los que ejerció su ministerio en el Corpus. "Os pido por amor y caridad que sigáis siendo buenos feligreses", dijo.

Su peor recuerdo era cuando, en marzo de 2014, una riada destrozó la parroquía y él a punto estuvo de perder la vida. Él mismo recordaba poco después que en ese momento estaba preparando un bautizo y la misa posterior en su despacho y que en segundos todo se anegó. El agua encontró esta salida tras romper dos muros exteriores. Un golpe le tiró, comenzó a ahogarse, pidió auxilio y un chico de la parroquia lo sacó de la estancia. Perdió el audífono y las gafas. Con la guasa de la que tanto hacia gala, los parroquianos empezaron a llamarlo Moisés (salvado de las aguas). "No hay que perder el humor", decía.

Sordo y diabético desde hacía años, Llanes llevaba una vida tranquila en una casa cercana a la parroquia. Tras fallecer su madre y su hermana Luisa vivía solo. Le gustaba leer y era aficionado al fútbol. Sus predilecciones en el balompié iban por este orden: Algeciras, Cádiz y Real Madrid.

En julio de 2014 respondía así a las preguntas de la periodista María Selva con motivo de su jubilación: "He sido muy feliz siendo sacerdote y espero que en esta etapa nueva de mi vida siga siéndolo por mi sacerdocio, porque es lo que sé hacer y lo que pienso hasta final de mi vida. La felicidad con la que he ejercido mi ministerio creo que es el acontecimiento más importante".

Descanse en paz, Sebastián Llanes, el cura de la gente.

José I. Landaluce, alcalde de Algeciras: "Era un hombre bueno que siempre ayudó a quien lo necesitaba"

El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, trasladó su pesar, tanto a título particular como en nombre de la Corporación Municipal, por el fallecimiento del padre Llanes, al que definió como "un algecireño más de convicción y ejercicio". "El padre Llanes ha dejado entre nosotros una huella imborrable. Se ha marchado un buen sacerdote, pero sobre todo, un hombre bueno, que siempre estuvo dispuesto a ayudar a quien lo necesitase. Algeciras llora su pérdida, por lo que queremos en nombre de la ciudad hacer llegar nuestro más sincero pésame y el abrazo más fraternal a sus familiares y amigos", manifestó el regidor.

Fernando Silva, grupo municipal socialista: "Deja muchas buenas obras y realidades, sobre todo en la Cuesta del Rayo"

Ha muerto un hombre que ha dejado huella en toda Algeciras, un sacerdote que era toda una referencia para el barrio de la Cuesta del Rayo. Descanse en paz", afirmó el portavoz municipal socialista, Fernando Silva. El Grupo Municipal Socialista trasladó su pésame a la amplia familia de Sebastián Llanes, "hijo adoptivo de Algeciras por derecho propio, que deja muchas buenas obras y realidades, principalmente en la Cuesta del Rayo". "Su trabajo benefició no solo por la creación de las hermandades del Rocio o del Huerto, sino que está personalizada en miles de sus feligreses, en sus gestos y obras", declaró el portavoz municipal socialista.

Juan Pedro Ávila, avv Manuel de Falla: "Se entregó a sus feligreses y fue un gran impulsor de nuestra parroquia"

Juan Pedro Ávila, presidente de la A.VV Manuel de Falla, testimonió su pesar y el del conjunto de su junta directiva por el fallecimiento del que fuera director espiritual de la Cuesta del Rayo, Sebastián Llanes. Ávila destacó que el padre Llanes era una persona muy involucrada con la vida de su barriada y puso puesto en valor su carácter humilde y trabajador, en tanto que "se entregó a los feligreses y fue un gran impulsor de la parroquia del Corpus Christi". "Desgraciadamente, la Cuesta del Rayo lamenta su perdida, por lo que en estos momentos tan duros, solo podemos hacer llegar a su familia y amigos nuestro abrazo más sincero y sentido pésame", finalizó.

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