8-M | Día Internacional de la Mujer

Aurora, una red de mujeres comprometidas con la salud

  • La Fundación Márgenes y Vínculos forma a un grupo de mujeres migrantes en riesgo de exclusión social como agentes de salud comunitarias

  • Aprenden sobre los recursos del sistema sanitario y contribuyen a difundir la información en sus círculos sociales para promover la plena integración social de otras mujeres

Las participantes en el programa Aurora de Márgenes y Vínculos con las voluntarias de Bandera Rosa.

Las participantes en el programa Aurora de Márgenes y Vínculos con las voluntarias de Bandera Rosa. / Jorge del Águila

Entender con exactitud y lenguaje claro el diagnóstico de un médico es uno de los derechos básicos de cualquier paciente en el sistema sanitario público. Pero, en ocasiones, el idioma puede suponer una barrera. En otras, el desconocimiento de los recursos que pone la administración sanitaria al alcance de los usuarios levanta un muro invisible para la protección de la salud entre la población más vulnerable.

Acabar con sendas murallas, y con otras, mediante un trabajo en red para favorecer a toda la comunidad es uno de los objetivos del proyecto Aurora que la Fundación Márgenes y Vínculos desarrolla con mujeres migrantes en riesgo de exclusión social de la zona Sur de Algeciras.

El proyecto Aurora, que este 2021 alcanza su cuarta edición, se basa en la formación de un grupo de mujeres migrantes como agentes de salud comunitaria. Su cometido, una vez terminado el curso, es promocionar la salud; especialmente entre las personas que tienen dificultad para acceder al sistema sanitario a través de varias formas de trabajo en equipo. Entre ellas, acompañando a otras mujeres a las consultas médicas para ayudarlas a comunicarse con fluidez o, simplemente, para hacerles ver la importancia de revisiones periódicas como las mamografías para prevenir enfermedades como el cáncer de mama.

“Los recursos sanitarios existen, pero una parte de la comunidad desconoce su estructura o cómo acceder a ellos de forma eficaz. O incluso existen barreras idiomáticas para comunicarse correctamente, por lo que no hacen uso de ellos. A través de este programa, las mujeres participantes aprenden a cuidarse pero también a propagar estos conocimientos en su entorno haciendo de altavoz para alcanzar a más gente y mejorar su salud”, resume Fatima Tantaoui El-Mazani, trabajadora social y coordinadora del proyecto.

El origen étnico, las tradiciones culturales o de credo, la clase social, la nacionalidad o la orientación sexual, entre otros factores, condicionan el acceso de un gran número de personas migrantes a los servicios de salud y al uso que hacen de ellos. Por ejemplo, condiciona cómo se percibe por la mujer la gestión de su propia salud y de los episodios de enfermedad. Igualmente influye en la falta de concienciación sobre la medicina preventiva o incluso en la negativa de algunas mujeres a que las reconozcan los hombres.

Una docena de mujeres migrantes participa en cada curso de Aurora. Durante medio año, de diciembre a junio, reciben formación especializada para aprender acerca de los recursos a su alcance. Pero también a la mano de sus familiares directos, amigas o vecinas. “El objetivo general pasa por que las mujeres tengan un papel de liderazgo y trasladen la información que obtienen a sus círculos sociales, haciendo así de transmisoras de la información”, subraya Tantaoui.

Alumnas del programa en una de las sesiones. Alumnas del programa en una de las sesiones.

Alumnas del programa en una de las sesiones. / Jorge del Águila

Las usuarias reciben una formación teórica dividida en cinco módulos formativos enfocados a la promoción y prevención de la salud, con sesiones de seguimiento, además de cuatro talleres monográficos que abordan temáticas como la violencia de género, la igualdad de oportunidades, derechos, deberes, etnocentrismo y relativismo cultural desde una perspectiva lúdica y cercana.

Una de las sesiones formativas del proyecto Aurora de Márgenes y Vínculos. Una de las sesiones formativas del proyecto Aurora de Márgenes y Vínculos.

Una de las sesiones formativas del proyecto Aurora de Márgenes y Vínculos. / Jorge del Águila

Entidades como el Área de Gestión Sanitaria, el servicio de Atención a la Mujer de La Bajadilla o colectivos como Bandera Rosa participan en varias de las sesiones para detallar cómo es su trabajo vinculado a la salud. Durante el pasado febrero, voluntarias de Bandera Rosa explicaron en una de las jornadas sus servicios de acompañamiento psicológico o cómo realizarse una autoexploración. “Las mujeres del grupo nos han transmitido que aunque conocen los riesgos de la enfermedad, no sabían de la existencia de un colectivo como Bandera Rosa al que poder acudir en caso de necesitarlo para poder afrontar mejor un cáncer. Ahí es donde actuamos, dándoles información que, a su vez, transmitirán a sus allegadas”, puntualiza la coordinadora.

Otras materias abordadas durante el curso son la prevención de la Covid-19 o primeros auxilios. Para ello, alumnos de la Facultad de Enfermería explican pautas de actuación en caso de atragantamiento, hipoglucemia o nociones de reanimación cardiopulmonar. Y desde el Hospital Punta de Europa, educadores sociales del área de Epidemiología igualmente aportan parte de sus conocimientos en la materia. El proyecto se financia gracias a la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía,

Para Tantaoui, es su primer año al frente de esta iniciativa de Márgenes y Vínculos e igualmente resulta una experiencia enriquecedora. “Es muy inspirador poder aprender y contribuir a formar una red de trabajo para acabar con desigualdades y poder ayudar a otras mujeres”, subraya.

Con toda la información y tras medio año, las alumnas del proyecto Aurora pasan a convertirse en voluntarias del proyecto. Lo que les permite impartir talleres o realizar acompañamientos sanitarios a otras personas que lo necesiten gracias a un acuerdo con el Área de Gestión Sanitaria para facilitar la presencia de la voluntaria en la consulta. “Entre otras cuestiones, deben realizar uno o dos acompañamientos a consultas sanitarias y ofrecer un taller a ocho mujeres de alguna de las temáticas del curso”, especifica la coordinadora.

Pasan a ser así a ser mujeres empoderadas y promotoras de un cambio sociosanitario. Y su mediación en las barriadas contribuye a reducir la discriminación y las desigualdades sociales de las mujeres migrantes favoreciendo su integración en la sociedad. Todo sustentado en una capacidad de liderazgo que se potencia en las sesiones para hacer valer que el conocimiento abre puertas y derriba muros, visibles o invisibles.

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