Fiscalidad

2015, un año marcado por los bajos rendimientos

  • La Junta y las organizaciones agrarias coinciden en pedir una amplia reducción de los módulos para el IRPF. Ganadería en extensivo, girasol, cítricos, cereales o apicultura, entre los menos rentables.

La baja pluviometría, muy por debajo de la media de los últimos años en toda Andalucía unida a otros factores climatológicos como una primavera excesivamente calurosa y un otoño seco y demasiado cálido han hecho que el resultado final de la mayoría de los cultivos haya sido malo o muy malo y desde luego con rendimientos muy por debajo de la media para el agricultor o ganadero. Y con este balance agrario ya cuadrado, las organizaciones profesionales y la Consejería de Agricultura se preparan para pedir al Ministerio que tenga en cuenta los números y reduzca los módulos fiscales que rigen el pago del IRPF para la gran mayoría de las explotaciones agrícolas.

Según el director general de Asaja Andalucía, Vicente Pérez, 2015 ha sido un año "muy corto de agua, cayó sólo un 60% de la media de los últimos diez". Y aunque éste ha sido el factor más generalizado que ha provocado que los cultivos tradicionales hayan dado unos beneficios muy por debajo de lo habitual, no ha sido el único que ha perjudicado al campo: "Ha habido episodios de viento y granizo que han afectado en distintos momentos a Almería, Huelva y Sevilla, incendios en Granada y Jaén, y un problema de precios importante en todos los cultivos hortícolas".

Con los datos de los rendimientos de los cultivos por delante, las organizaciones agrarias y la Consejería de Agricultura estudiaron la pasada semana las reducciones que serían necesarias en los módulos del IRPF. Según Asaja Andalucía, en principio se ha acordado pedir rebajas de carácter general en toda la comunidad autónoma en los siguientes casos: una bajada del 50% para toda la ganadería extensiva, excepto el porcino (que tuvo una buena otoñá), por la falta de pastos que ha sufrido mientras que para el vacuno y el caprino de leche el recorte que se propone es pasar del 0,26 actual al 0,10; para todos los hortícolas, excepto el calabacín y el espárrago se propone bajar del 0,26 al 0,16, mientras que para el calabacín de Almería el descenso llega hasta el 0,13 igual que para el espárrago de Granada; en el caso de los cereales también se pide una rebaja del 0,26 al 0,13 excepto para el maíz que sería el 0,10, y en el de las oleaginosas (girasol) del 0,32 al 0,13; para los cítricos se propone también con carácter andaluz que el módulo se reduzca del 0,26 al 0,13, igual que en el caso de las leguminosas y la castaña. En el caso del olivar de almazara, la reducción propuesta es del 0,26 al 0,20 mientras que en el caso de la aceituna de mesa la propuesta de reducción es sólo para algunas comarcas sevillanas (Aljarafe, Vega, Marisma y Campiña). Para el algodón, se pide que el módulo baje del 0,37 al 0,28, mientras que para la flor cortada y las plantas ornamentales es del 0,32 al 0,22. En el caso de la almendra, se solicita que pase del 0,26 al 0,20, mientras que la fruta tropical y subtropical pasarían del 0,37 al 0,28. La apicultura ha sido otra actividad que ha visto muy mermados sus ingresos por lo que se reclama para ella un módulo del 0,06 en vez del actual del 0,26.

Desde COAG Andalucía hacen especial hincapié en algunos sectores para los que incluso reclaman que se aplique el módulo 0. Es el caso del apícola, el de frutos secos, y el olivar en toda Andalucía y el algodón de Sevilla. Asimismo, para la flor cortada piden que el módulo se fije en 0,03. Por lo que respecta a la ganadería, desde COAG, solicitan el módulo 0 para la de vacuno de leche, el 0,09 para bovino y ovino de carne semiextensivos y caprino de carne y leche, y el 0,1 para todos los intensivos. En este sentido, recuerdan que los ganaderos han sufrido la ausencia de pastos por escasas lluvias, lo que ha obligado a suplementar la alimentación con el consiguiente incremento de costes, mientras que los ingresos se mantienen iguales, con lo que baja la rentabilidad de las explotaciones. También recuerdan la reaparición de la lengua azul (Córdoba, Sevilla, Huelva, Málaga, Cádiz, Jaén y la comarca de Motril en Granada) que ha obligado a vacunar, lo que supone nuevos gastos sobrevenidos, así como el repunte de la tuberculosis bovina, que igualmente ha ocasionado mayores gastos por el incremento de las actuaciones sanitarias y pérdidas económicas por los sacrificios obligatorios y las restricciones de movimiento de salida de los terneros. En cuanto al vacuno de leche alegan que se ha visto "gravemente afectado además por la liberalización de las cuotas lácteas a partir del 1 de abril de 2015".

Además de estas peticiones generales, en el caso de Asaja algunas provincias han realizado un balance de sus cultivos y se piden rebajas específicas en función de los rendimientos en cada una de ellas.

Por ejemplo, desde Córdoba hacen hincapié, en primer lugar, en la falta de lluvias y el excesivo calor de los meses de mayo y junio que -según alegan- "afectó de manera importante a la mayoría de las producciones de nuestra provincia, especialmente a la floración de cultivos como el olivar y a los cítricos, y a los cereales que en aquella época estaban en puertas de la recolección y especialmente al girasol". De hecho, según los datos que aportan, la bajada del rendimiento del girasol en Córdoba fue del 48,52% respecto al año anterior. Igualmente cifran el descenso de esos rendimientos en el 29,38% para el trigo y en más del 50% para las leguminosas. En el caso del olivar calculan la caída de la producción en un 30%. Los cítricos, la fruta de hueso, los ajos, la viña y el algodón son otros cultivos que según Asaja Córdoba han perdido rentabilidad en 2015. A ellos se suman también la ganadería y la actividad forestal.

En Cádiz, Asaja destaca caídas de rendimientos tanto en los cereales de invierno como en los de primavera, al igual que en oleaginosas, remolacha, cítricos -sobre todo en la comarca del Campo de Gibraltar- así como en otros frutales, entre los que destaca principalmente el aguacate. Asimismo, alegan una bajada en la producción de algodón del 21% debido a la climatología adversa. En el caso de la flor cortada y las  plantas ornamentales -que se cultivan sobre todo en Chipiona- denuncian una crisis de precios unido a un aumento de los costes que aseguran tienen sumidos a los invernaderos en una continuada pérdida de renta. Los hortícolas -tanto al aire libre como protegidos- y el viñedo cierran la lista gaditana de cultivos con pérdida de rendimientos.

En lo que respecta a la ganadería, dicen que, "con carácter general, el sector ganadero en la provincia de Cádiz y en Andalucía lleva arrastrando una serie de años de pérdidas debido a las bajas cotizaciones de los animales y al sobrecoste que supone la subida de los precios de los piensos. Es por ello que las explotaciones ganaderas están descapitalizadas y con una dificultad añadida para encontrar financiación". En concreto, en el caso de vacuno de leche califican la situación de crítica, mientras que en el de carne aseguran que hay una crisis estructural que está haciendo bajar de forma constante los censos en la provincia. En Cádiz suman el porcino, el caprino y el ovino a los sectores para los que reclaman reducción de módulos.

Asimismo, desde Asaja Huelva, piden que el modulo para cítricos y fresas tenga una bajada del 50% para cítricos y del 40% fresas, "dado que cada vez los precios están más bajos  y los costes de producción se van incrementando cada año, con la consiguiente pérdida de la rentabilidad del producto, más acentuada en los cítricos". Con respecto a los cereales y oleaginosas, aseguran que "las cosechas han sido muy inferiores, dada la falta de lluvia, con la consiguiente reducción de kilos que ha provocado una merma de ingresos". En cuanto a la ganadería alegan que  "los precios de mercado que se pagan siguen estando congelados desde hace veinte años, pero los costes de producción siguen incrementándose cada vez más por lo que la ganadería cada vez es más deficitaria y piden una reducción  del módulo del 60% en los de ovino, caprino y vacuno y del 40% en porcino".

En Jaén se hace mención especial a la escasa productividad que ha tenido el olivar y también a los cereales y el algodón.

Por lo que respecta a Sevilla, desde Asaja destacan la reducción de los rendimientos tanto en los cereales de invierno como en los de primavera. Respecto a los primeros dicen que "aunque en trigo duro se sembraron en Sevilla 95.000 hectáreas frente a las  75.000 del año 2014, la producción ha resultado un 19,5% menor". A esa caída, añaden, "también le ha acompañado una reducción en el precio de mercado de media de más de un 20% respecto al año anterior". Asimismo, en trigo blando, aseguran que  se han sembrado en torno a 78.000 hectáreas, y los rendimientos medios se redujeron en torno a 600 kilos por hectárea respecto a la anterior campaña, "lo que supone una reducción de aproximadamente del 16,5% en rendimiento". En cuanto a los de primavera, en el caso del maíz explican que "las excesivas y continuas altas temperaturas, así como los ataques de heliothis y enfermedades como el cefalosporium han supuesto un descenso de unos 1.500 kilos menos por hectárea con respecto al año pasado, lo cual ha provocado un nulo margen de rentabilidad". A su juicio, "supone la puntilla para un cultivo que venía en regresión de siembra por sus altos costes y bajo precio".

Otro cultivo que ha tenido muy malos resultados en Sevilla ha sido el girasol, del que los técnicos de Asaja Sevilla dicen que "la climatología, especialmente la sequía, ha afectado muy negativamente, dado que la mayor parte se siembra en secano. A causa de las elevadas temperaturas, la planta se comenzó a secar muy rápidamente y en muchas zonas mostraba un capítulo más pequeño de lo normal, lo que ha conllevado una disminución importante de rendimientos (1.000 kilos por hectárea frente a la media de las últimas cinco campañas que se situó en 1.300 kilos por hectárea), y desafortunadamente acompañado de precios bajos" . Así, recuerdan que "para cubrir los gastos se necesitan como mínimo 1.200 kilos por hectárea".

Igualmente, en Sevilla piden reducción de módulos para la ganadería en extensivo, el olivar, los cítricos, el algodón, el olivar de almazara y la aceituna de mesa. En este último caso, aseguran que "el olivar de aceituna de mesa ha tenido una pérdida de producción respecto a la media de los últimos años de un 70% en algunas zonas de la provincia de Sevilla, debido a las altas temperaturas del mes de mayo, en torno a los 40 grados centígrados, cuando la mayoría de las aceitunas estaban cuajadas y tenían un diámetro de 3 milímetros, lo que provocó una caída de la aceituna y una "momificación" del resto de la flor que estaba por cuajar. Esas comarcas afectadas son el Aljarafe, La Campiña, Marismas y La Vega.

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