ES muy plausible que la educación sanitaria esté haciendo mella en la gente y que el personal pida productos, medicamentos y sustancias que no sólo curen sino que prevengan futuras enfermedades.

Otra cosa es que Don José, en su sinceridad y decencia profesional, recomiende no hacer uso desmedido de medicamentos que quieren vender como panacea de la llamada medicina preventiva.

Hoy ha echado para atrás la petición de una jovencita, en período de recuperación en una Academia de verano, que le solicitaba un "medicamento" anunciado en la radio para potenciar la memoria en jóvenes y prevenir su pérdida en personas mayores.

-Usté es mú espesiá, Don José.

La que así se expresa es Carmela que mezcla las churras con las merinas y mete por medio el campo de los embarazos donde esta política de prevención está teniendo, afortunadamente, un indudable éxito.

-¡Vamo que si mi sobrina Amparín no se hubiera tomao lo que se ha tomao, hubiera nasío su niña con la columna abierta!

-Espina viperina niña.

-Vi…¿qué?

-Viperina, como las víbora.

-¡Coño… como su agüela, mi cuñá!

Don José, desternillado de risa, sabe que se están refiriendo a la espina bífida, dolencia en vías de soslayarse con el tratamiento preventivo y sistemático de ácido fólico.

-Qué nombre má ordinario… usté.

El farmacéutico les dice una frase sentenciosa que ha oído a muchos buenos ginecólogos. Es una expresión axiomática recordatoria de que el embarazo no es una enfermedad sino un estado anómalo pero natural y fisiológico.

-Pó a mi niña le ha dicho la médico que ni mijita de bañarse este verano en la playa.

-¡Coño, es que son mu exagerao!. ¿Pó no que la der quinto me quiere envenená ar gato?. ¿Será hijaputa?. ¡Como la coja se va enterá!

Don José, que intuye de qué va el intento de gaticidio, le dice que no hay que llegar a tanto pero que los felinos pueden transmitir un parásito, el Toxoplasma, causante de abortos o malformaciones fetales.

-Ahora me explico lo de mi suegro que le daba por criá gato…¡la mare que lo parió!

-Por eso yo nunca pido en una venta conejo. ¡A sabé lo que te dan por ahí!

El farmacéutico corrige esta opinión diciendo que la infección no se produce sólo por la ingesta de la carne sino por los oocitos que deposita el gato en el polvo.

-¿Los güevesitos der gato… y si é una hembra?

La carcajada del boticario precede a la aclaración de que se está refiriendo a las esporas o quistes que deposita el felino con las heces. Ya repuesto de la risa insiste en delimitar conceptos: todo lo que sea prevenir la ausencia de incidentes en el embarazo y parto, además del seguimiento del sano desarrollo del feto, le parece estupendo, pero otra cosa es la obsesión de tomar medidas exageradas que no ponen en peligro a la embarazada y que sin embargo le producen un efecto psicológico negativo.

-Pó a mí me desía mi médico, en el úrtimo embaraso, que cuando viajara en er coche no me quitara er sinturón pá ná.

-¡Coño, no sería er de castidá porque ya iba por sinco!