En la década de los años 20 el ingeniero madrileño Eduardo Torroja se encargó de construir uno de los símbolos del Valle de Guadiaro, un puente de hierro, elemento principal del patrimonio histórico de San Enrique de Guadiaro que une a dicha población con San Roque.

La construcción del puente sanroqueño sigue un diseño popular de la época. Destaca por su simplicidad y su funcionalidad, puesto que la estructura puede elaborarse de forma sencilla, técnicamente hablando, y es bastante útil para cruzar cauces anchos, como es el caso del río Guadiaro.

En concreto, las obras de la pasarela concluyeron en 1929, año en el que abrió al tráfico para acabar con el tránsito en barca y en el que entró a formar parte del Circuito Nacional de Carreteras incorporándose a la N-340.

Hasta 1969, el puente estuvo en primera línea, aunque en dicho año se inauguró el de San Enrique que uniría Málaga a San Roque y La Línea, por lo que el de Guadiaro pasó a formar parte de la red secundaria de carreteras de la provincia de Cádiz.

La arquitectura del puente de hierro

El puente de hierro de Guadiaro cuenta con cuatro tramos metálicos apoyados en pilas de fábrica. Las péndolas de los cuchillos parabólicos se arriostran mediante cruces de san Andrés, y los cuchillos, entre sí, mediante ligeras vigas transversales en celosía alternadas con celosías de mayor tamaño arriostradas también mediante cruces de San Andrés. Las conexiones entre las distintas piezas metálicas se resuelven mediante roblones. El tablero consta de una banda central y dos andenes laterales, a modo de aceras, rematados por un pretil metálico. El tipo de construcción se conoce como Bow-string.

Presencia en The Crown

La exitosa serie de Netflix, The Crown, narra la vida de la Reina Isabel II de Inglaterra. Ha recorrido multitud de rincones del mundo para rodar las cinco temporadas presentadas hasta ahora, aunque se encuentra en plena producción de la sexta, y uno de los escenarios elegidos para la cuarta fue el puente de hierro del río Guadiaro.

Únicamente aparece durante unos segundos para ilustrar un viaje por Australia que realizan los príncipes de Gales. El puente se convierte en el emplazamiento perfecto mientras que ambos lo cruzan saludando en un Rolls Royce descapotable custodiado por coches policiales de la época.