
La Papa Sabrosa de La Línea: una creación de toda la vida con un toque exquisito
Gastronomía
David y Saray preparan sus papas con los mejores ingredientes e incluso han añadido el oro comestible como condimento especial
La Línea busca la sombra con cientos de paraguas blancos en sus calles
Frente a la playa de Santa Bárbara de La Línea, un pequeño local ha conseguido ganarse el cariño y el apetito de cientos de clientes gracias a un producto tan sencillo como sabroso: la papa asada rellena de toda la vida. Pero no una papa cualquiera, sino La Papas Sabrosa de David y Saray, un emprendimiento nacido de la pasión y la valentía de una pareja que ha apostado todo por un sueño.
Los dueños de La Papa Sabrosa comenzaron este viaje sin experiencia alguna en hostelería ni gastronomía. Venían de otros sectores laborales, pero un día decidieron dejarlo todo para construir algo propio, algo que fuera importante para ellos. “Queríamos algo nuestro”, aseguran a este periódico.
El inicio fue una idea simple que poco a poco se fue transformando. Primero pensaron en papas sadas tradicionales, pero la chispa se encendió cuando optaron por preparar sus propias carnes de guarnición de forma casera, al horno, cuidando cada detalle. “Ese fue el cambio que marcó la diferencia”, explican. La apertura, el 15 de febrero, fue un éxito rotundo: regalaron papas para que la gente probara y se enamorara del sabor. “El primer día volaron, y al día siguiente, a las 21:30 ya no quedaba ninguna”.
Lo que distingue a Papa Samus no es solo el cariño con el que elaboran cada plato, sino también su filosofía: calidad y frescura. Las carnes, hechas en casa, se cocinan durante tres horas para lograr ese sabor único y jugoso que los clientes reconocen al instante. Empezaron con pollo, ternera y cordero, demostrando que su prioridad no es ganar rápido, sino ofrecer buen producto. A la carta se sumó el lomo, uno de los favoritos.
Sin embargo, no solo es el sabor lo que atrae. La cercanía con la clientela es otro de sus fuertes. Sus repartidores llevan las papas a vecinos, conocidos y hasta a quienes llaman desde el otro lado de la calle. A pesar de los retos, como la alta demanda y las largas colas que se forman especialmente en verano y los días de lluvia, Saray y David mantienen el ritmo sin perder la sonrisa.
Su oferta incluye también papas XL, que superan el kilo y medio, ideales para compartir o para quienes tienen buen apetito. “No es un capricho que cuesten más, es que realmente llevan más producto”, señalan con orgullo. Y como detalle especial, también han experimentado con ingredientes muy llamativos, como la carne bañada en oro, una apuesta culinaria que les permite diferenciarse del resto en su demandada creación "Papa Dubai".
La historia de La Papa Sabrosa es en esencia la de una pareja que se mudó a La Línea desde Guadiaro para hacer realidad su proyecto, enfrentando burocracias, renovando un local desde cero y aprendiendo sobre la marcha. “Si hubiéramos empezado por los papeles, nunca lo habríamos hecho”, recuerdan. Su impulso, ese “lanzarse a lo loco”, les permitió superar obstáculos y asentarse en una zona tranquila, con vecinos amigables y un ritmo que les permite equilibrar trabajo y vida personal.
Cada día encienden el horno para preparar 100 patatas y cuando se acaben, se acabó también la jornada. Abren de jueves a lunes en horario de 20:30 a 23:30 los lunes, jueves y viernes y con horario ampliado durante el almuerzo los sábados y domingos, de 13:00 a 15:00. Este negocio se basa en una historia de amor, pero también en una apuesta llena de esfuerzo y dedicación que se refleja en cada papa que sale de sus hornos. Su secreto, más allá de la carne y el queso fundido, es ese empeño en hacer las cosas bien, en entregar un producto recién hecho que conquista paladares y corazones.
En un mundo donde la rapidez a menudo sacrifica calidad, David y Saray recuerdan que a veces vale la pena esperar por algo hecho con pasión. Y así, entre hornos que tardan tres horas, colas que colman la acera y clientes que vuelven una y otra vez, La Papa Sabrosa se ha convertido en un símbolo de sabor auténtico y espíritu emprendedor en La Línea.





















