Una máquina de viento entre mares

Un joven realiza un espectacular salto con su equipo de kite-surf en una de las playas de Tarifa.
Un joven realiza un espectacular salto con su equipo de kite-surf en una de las playas de Tarifa.

18 de agosto 2008 - 01:00

TARIFA

En pleno Estrecho de Gibraltar, testigo del tránsito del Mediterráneo al Atlántico y vigilante del encuentro de pueblos y culturas, se sitúa Tarifa, la ciudad más meridional del continente europeo. La localidad es uno de los asentamientos más antiguos de la provincia. Lo demuestran los numerosos restos arqueológicos localizados en su término, entre los que destacan tanto los situados en la zona ribereña de la antigua Laguna de la Janda, como la necrópolis de los Algarbes, el monumento funerario de la Edad del Bronce más importante de la provincia.

Dentro del arte rupestre español destaca el término municipal de Tarifa con más de medio centenar de cuevas y abrigos. En esta capital andaluza del arte rupestre hay representaciones de todas las épocas prehistóricas. El mejor ejemplo son los grabados de équidos de la Cueva del Moro, más antiguas que las pinturas rupestres de bisontes de la mundialmente famosa Cueva de Altamira.

Fenicios, griegos y cartaginenses también se asentaron en el municipio, aunque la presencia más influyente fue la de los romanos. El conjunto arqueológico de Baelo Claudia, con una de las tramas urbanas mejor conservadas y más representativas de las existentes en todo el país, es la principal herencia de aquellos tiempos.

Los restos de la marinera Baelo Claudia nos hablan de una ciudad de cierta entidad, que disponía de edificios monumentales y que llegaría a alcanzar el estatuto de colonia romana. La pesca fue su principal industria.

La ocupación musulmana inauguraría, en el siglo VIII, una nueva etapa en la historia de Tarifa. La impronta dejada por cinco siglos de dominación musulmana es bien patente en la ciudad. De origen árabe es el castillo, así como el trazado del centro urbano.

Conquistada a finales del siglo XIII por el rey Sancho IV, la ciudad sería escenario de sucesivos ataques musulmanes, como el asedio llevado a cabo en 1295, que contó con la heroica defensa protagonizada por Alonso Pérez de Guzmán El Bueno.

Pese a su talento patrimonial, Tarifa se ha convertido en una ciudad que gira en torno al potencial turístico y deportivo de sus playas, unas verdaderas máquinas de viento que han dado relevancia internacional al nombre del municipio y atraen cada año a miles de windsurfistas. Existen en la ciudad un gran número de escuelas dedicadas a la iniciación y enseñanza de estos deportes, además de decenas de tiendas especializadas.

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