El avistamiento de las diferentes especies de cetáceos que viven en el Estrecho o transitan por él es una de las actividades turísticas de demanda más creciente en el Campo de Gibraltar, donde encontramos diferentes empresas dedicadas a estas rutas. Esto nos ofrece una gran variedad de opciones a nuestro alcance, dependiendo de cuánto dinero queramos dedicar a disfrutar de un tour por las aguas más meridionales de la península ibérica.

El precio medio por adulto para esta actividad suele rondar de los 40 a 65 euros por persona, reduciéndose en el caso de los menores aunque con la particularidad de que, salvo los bebés de menos de un año, todos los niños pagan.

El puerto base tradicional para esta actividad en la zona es, evidentemente, Tarifa, con empresas ya veteranas en este sector a la que se han ido sumando otras compañías. Además, esta oferta se ha expandido a otros enclaves del Campo de Gibraltar, con rutas que parten desde Algeciras, Gibraltar o incluso desde el puerto de Sotogrande.

Rutas privadas

La variación del precio dependerá de diferentes factores, como la duración de la ruta o la propia exclusividad del tour, ya que podremos hacerlo a bordo de embarcaciones como una lancha neumática en grupos reducidos, un gran barco turístico (algunos con fondo transparente para no perdernos detalle), o incluso disfrutar de la actividad con todo un lujo de servicios a bordo de un yate, lo que ya eleva el precio por persona por encima de los 600 euros.

Lo más exclusivo en esta actividad lo encontramos en el avistamiento privado, partiendo de un precio mínimo de 880 euros por dos horas, hasta superar los 3.500 por ocho horas de ruta privada acompañado de un guía personal.

Otro de los factores que altera el precio es la especie preferencial que queramos avistar, siendo más sencillos (y baratos) los tours para encontrar grupos de delfines o calderones residentes en las aguas del Estrecho durante todo el año, que los dedicados al avistamiento de las orcas y cachalotes, que solo frecuentan la zona en verano y suelen ser más esquivos. Los más afortunados, también podrán presenciar otros enormes cetáceos como el rorcual común, el segundo animal vivo más grande del planeta, que migra a través del Estrecho.