San Valentín

Los flamencos y las hormigas también se dan besitos. ¿Conocías estas curiosidades sobre los besos?

Tres personas dándose un beso

Tres personas dándose un beso

San Valentín está a la vuelta de la esquina, y aunque existe un día mundial del beso en el mes de abril, el 14 de febrero es una muy buena fecha para demostrar cariño y afecto a nuestras personas cercanas y queridas. El beso es un gesto compartido por muchas culturas, incluso también diferentes especies de seres vivos se besan. Te contamos algunas curiosidades sobre este gesto de amor universal.

Los orígenes del beso, desde una perspectiva antropológica, determina que este gesto apareció en los homínidos como una expresión de cariño materno hacia las crías. Un ejemplo de esta conexión se encuentra en la mujer de Cromañón, quien, según los antropólogos, alimentaba a sus hijos masticando previamente el alimento.

Diversas teorías han intentado explicar el origen del beso, desde el impulso de succión de la infancia y la lactancia hasta la costumbre de olerse en comunidades primitivas. Sin embargo, el primer registro de besos data del año 2500 a.C. en los templos de Khajuraho, India, marcando un hito en la historia del gesto afectivo.

Imagen de los Templos de Khajuraho Imagen de los Templos de Khajuraho

Imagen de los Templos de Khajuraho

La cultura del beso se arraigó en India y se expandió a Europa durante las invasiones de Alejandro Magno. Textos de la literatura universal como La Odisea y La Biblia presentan el beso como símbolo de amor o traición, reflejando sus diversas interpretaciones a lo largo del tiempo.

A lo largo de la historia, el beso ha dejado huellas en momentos emblemáticos. Desde el "beso fraternal socialista" durante la Guerra Fría hasta la icónica imagen de Times Square al final de la Segunda Guerra Mundial, donde el gesto espontáneo entre Greta Zimmer y George Mendonsa quedó inmortalizado. El cuadro de 1909 "El Beso", de Gustav Klimt, es una imagen representativa del beso en el arte.

El Beso de Klimt El Beso de Klimt

El Beso de Klimt

El derecho al beso de la antigua Roma

En la antigua Roma, el consumo de vino estaba sujeto a reglas estrictas, y las mujeres respetables tenían prohibido su consumo. De ahí surge el "Ius Osculi", un derecho que literalmente significa "derecho al beso", que daba permiso a los maridos a dar un beso diario a sus esposas para comprobar si estas habían bebido o no. Aunque no todos los maridos ejercían este derecho a diario, se consideraba que tenían la facultad de hacerlo según la ley. Tradicionalmente, se atribuía a Rómulo, uno de los fundadores mitológicos de Roma, la instauración de este derecho, que se mantuvo vigente al menos hasta el reinado del emperador Tiberio. Unos 500 años duró este derecho de consecuencias denigrantes para las mujeres.

Animales que se besan

Primates: Los primates, incluyendo humanos, utilizan el beso como muestra de afecto, cariño y protección. En chimpancés, el beso no se limita a interacciones románticas, sino que también se utiliza entre madres e hijos.

Perros y lobos: Aunque los perros no tienen labios móviles, muestran afecto mediante lametones, expresando cariño y sumisión. Este comportamiento también se observa en lobos, sus antepasados salvajes.

Delfines: Los delfines participan en interacciones sociales que involucran "besos" en diversas partes del cuerpo. 

Flamencos: Durante la época de apareamiento, los flamencos forman parejas que exhiben comportamientos diversos, incluyendo "piquitos". Aunque las aves no tienen labios, utilizan sus picos en gestos de contacto.

Hormigas: Las hormigas practican la "trofalaxis", un intercambio de nutrientes entre miembros de la colonia. Aunque no expresan cariño, este acto fortalece la cohesión y la lealtad en la sociedad de hormigas.

Una característica imprescindible del beso es que las dos personas quieran besarse. Siendo así, el beso es un gesto universal que nunca pasará de moda.

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