Uno de los grandes pulmones verdes del Campo de Gibraltar es el Parque Natural del Estrecho. Junto al de Los Alcornocales alberga un gran número de tesoros que puedes conocer con una simple ruta entre Tarifa y Algeciras, un puente entre dos continentes y dos mares que cuenta con sierras, costa y fondo marino, todo un legado natural e histórico de la comarca.

El Parque Natural del Estrecho se encuentra en el extremo sur de la provincia de Cádiz. Más de 60 kilómetros de largo por la costa y una milla marina mar adentro forman parte de esta zona de una riqueza natural inigualable, un espacio único en el que ver playas, acantilados, cuevas marinas y yacimientos con pinturas rupestres, entre otros muchos lugares mágicos.

La flora y la fauna de la zona es especial. La vegetación está marcada por los vientos y la presión humana. Ejemplo de ello son las dos dunas que podemos encontrar en Tarifa, siendo resultado del primer caso la Duna de Bolonia, declarado Monumento Natural, y la Duna de Punta Paloma del segundo.

Las playas como la de Los Lances también forman parte del gran legado con el que cuenta la comarca, pues ha sido declarada paraje natural por los valores de su paisaje. No solo en Tarifa hay rincones con magia, también en Algeciras encontramos un fenómeno natural único, el Flysch del Estrecho de Gibraltar.

En cuanto a la fauna, por su ubicación entre dos continentes y dos océanos, es un lugar privilegiado para el avistamiento de aves y de cetáceos, puesto que los animales migran por su término en épocas señaladas. Es habitual ver buitres o halcones surcando los cielos, como también lo es identificar un delfín o un atún si nos adentramos en el mar.

La vegetación en zonas bajas la marcan los alcornoques y los pinos de reforestación, mientras que en las playas y acantilados rocosos es normal ver barrón, pinos piñoneros o el enebro marino. El fondo marino otra de las grandes maravillas. Bajo el agua se encuentra una fauna marina de gran valor.