Vídeo del susto de Morante de la Puebla en Santander, donde casi resulta empitonado por el pecho

Un estremecimiento recorrió los tendidos de Cuatro Caminos en la corrida de Beneficencia de Santander cuando Morante de la Puebla, sin perder ni un paso, fue arrollado por el tercer toro de la tarde. El de Domingo Hernández, abanto y suelto, se le vino cruzado de forma inesperada. Los pitones le llegaron de frente, al pecho, y lo derribaron contra las tablas. Por fortuna, el animal rehuyó el encontronazo en el último segundo y el percance no pasó del susto.

Minutos antes, el genio sevillano ya había arrancado una ovación con un saludo original: chicuelinas con solo medio capote, en uno de esos recortes que se saca de la chistera como si el ruedo fuera un escenario de magia. Pero la sorpresa, esta vez, no vino del duende sino del peligro. Fue un susto que corta la respiración y que, de haber embestido el toro con intención al caer Morante sin defensa, podría haber acabado en tragedia.

El diestro, contrariado, golpeó incluso el burladero con la ayuda tras comprobar que la suerte volvía a darle la espalda. Fue, en realidad, la tónica de la tarde. La corrida, anunciada como uno de los platos fuertes de la Feria de Santiago con un mano a mano entre Morante y Juan Ortega, acabó marcada por el pobre juego del encierro, compuesto por toros de El Pilar, Domingo Hernández y Álvaro Núñez. Ni uno justificó el cartel de “No hay billetes” que colgaba en la puerta.