Perera pasa a planta, Manzanares, alta, y Pablo Aguado se queda sin temporada

Los dos matadores de toros y el novillero evolucionan favorablemente

Miguel Ángel Perera.
Miguel Ángel Perera.
Luis Nieto

18 de septiembre 2015 - 01:00

Miguel Ángel Perera, que el martes pasado sufrió dos gravísimas cornadas en el abdomen en Salamanca, abandonó ayer la UCI de la clínica de la Santísima de Trinidad de la capital salmantina y pasó a una habitación de planta del mismo centro. Según el cirujano jefe de la plaza de toros de Salamanca, el doctor Luis Ortega, es "casi un milagro" y su paso a planta no significa "que haya que bajar aún la guardia", motivo por el que tanto él como los médicos que le atienden hayan decidido restringir las visitas únicamente "a su mujer, familia y apoderado". La evolución es favorable, no ha aparecido fiebre que denote la posibilidad de alguna infección en las heridas y su estado de ánimo es bueno. Los doctores prevén que en 20 días podría volver a entrenar y en un mes a tentar en el campo.

José María Manzanares recibió ayer el alta hospitalaria en la clínica Santa Cristina de Albacete, donde pasó la noche en observación después del traumatismo craneoencefálico y contusión cervical que se produjo al ser volteado el día anterior por el sexto toro en Albacete. Podría reaparecer mañana en Aranda de Duero.

Pablo Aguado, herido el martes en la localidad madrileña de Cadalso de los Vidrios, pasó la noche sin fiebre aunque con las molestias normales, tras sufrir una cornada de 15 centímetros en el gemelo de la pierna izquierda, con arrancamiento de vena safena inferior; y otra trayectoria hacia el hueco poplíteo de 20 centímetros que discurre entre gemelo interno y tibial anterior, de pronóstico grave", añade el parte. Según el apoderado de Pablo Aguado, Enrique Peña, "Pablo tiene que dar por terminada su temporada".

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