Entrevista | Jesús Fernández Rey, alcalde de Tesorillo

"En Tesorillo todo es comienzo"

  • El primer regidor de la historia del municipio aspira a repetir en las próximas elecciones para culminar la construcción del Ayuntamiento con el reto de un PGOU

  • La extinción de la deuda, la nueva piscina municipal y la reforma de la Casita de Campo, sus principales logros

  • "Aquí el empleo y las oportunidades para los jóvenes están, aunque hay mucho por desarrollar", defiende

Jesús Fernández Rey, alcalde de Tesorillo.

Jesús Fernández Rey, alcalde de Tesorillo. / Erasmo Fenoy

-Hace cuatro años, fue investido como alcalde de San Martín del Tesorillo, pero su misión no era solo gestionar los servicios, sino construir un municipio recién nacido.

-Ya en 2015 asumí el reto de ser presidente de la ELA. En aquel entonces dependíamos del Ayuntamiento matriz, el de Jimena. La verdad es que fueron unos años duros porque teníamos un presupuesto pequeñito, muchas cosas que hacer y una deuda grande, pero bueno, eso ya pasó. Conseguimos la segregación el dos octubre de 2018 y a partir de ahí empezó a cambiar todo para Tesorillo. Llegamos a las elecciones de mayo, en la que los tesorilleros nos dieron su apoyo y ahí empezamos de verdad a afrontar los retos que suponen la formación de un pueblo. 

-Y llegó la pandemia. 

-Como en todos los municipios, eso ralentizó todo lo que  teníamos proyectado, puesto que fue un parón de dos años a todos los niveles. Eso hizo que algunas de las cosas que pensábamos conseguir en estos cuatro años hayan quedado un poquito atrasadas, pero bueno, tenemos ilusión y vamos a seguir para poder terminarlas.

-¿Cuáles son esos proyectos?

-En principio es la dotación de servicios, porque para que un ayuntamiento funcione, aparte de estar saneado y tener sus cuentas al día, necesita una serie de personas que lo muevan:  administrativos, personal de limpieza, de vías y obras. Todo esto lo estamos afrontando con el proceso de estabilización del empleo que el gobierno nos ha hecho acarrear. A todo no podemos acudir, pero hecho muchos arreglos de calles que estaban bastante deterioradas; vamos a terminar una obra grande y muy deseada por los tesorilleros que es la piscina municipal y la Casita de Campo está en fase de terminación también, aunque quedarán cosas para el próximo mandato. Hemos conseguido que la Diputación de Cádiz se comprometa a hacernos el PGOU; también estamos en la tarea de conseguir un terreno grande para construir un recinto ferial que podamos disfrutar en la Feria y dedicarlo a otras actividades el resto del año. Queda mucho, mucho por hacer, en todos los sentidos.

-Y, hasta ahora, ¿cuánto ha avanzado?

-Los últimos ocho años la verdad es que los hemos dedicado mucho a sanear las cuentas de Tesorillo para que, en vez de finalizar un mandato con deudas, lo hagamos con superávit, como ha ocurrido. Hace unos días, Hacienda nos ha reconocido como uno de los primeros ayuntamientos que tienen sus pagos al día.

-Tres días de media a los proveedores. 

-Sí. Recuerdo que en 2016, cuando salió el primer informe de Hacienda, teníamos un promedio de tres años. Tesorillo puede presumir hoy de que tiene superávit y no tiene deuda alguna. Después de las elecciones, la persona que los tesorilleros elijan para que los represente va a tener una ventaja importante, contar con un fondo y no con una deuda. Yo, que lo he vivido y sé bien de lo que hablo, valoro la importancia de poder llevar a cabo tus ideas en beneficio de los ciudadanos.

Jesús Fernández Rey, frente al todavía joven municipio. Jesús Fernández Rey, frente al todavía joven municipio.

Jesús Fernández Rey, frente al todavía joven municipio. / Erasmo Fenoy

-Usted no tuvo esa libertad.

-Cuando entré casi me comían los deudores y lo entiendo, porque cuando hay un cambio de personas al cargo de cualquier ayuntamiento, el que se ve con la deuda se pregunta, ¿pagará o no pagará? Lo único que pedía era paciencia y que me dieran la oportunidad de demostrar que se podía.

-¿Qué se ha hecho y que queda en la Casita de Campo?

-Siempre fue campo de batalla de elecciones. En 2017 hicimos la primera inversión porque estaba fatal, estaba ruinosa.  Ahora tenemos terminados el sótano, la entrada y la primera planta, que es donde me gustaría que estuviera el Ayuntamiento. En la parte media y la parte baja tenemos unos salones para dedicarlos a distintas actividades y la parte alta sería toda el funcionariado. Esa es la que nos queda por terminar. Ya está licitada la obra en 200.000 € y son de fondos propios, ya no hay subvenciones. Lo mismo pasa con la piscina, que los últimos 400.000 € salen de las arcas municipales, es decir, de los tesorilleros. 

-¿Estará lista la piscina para le verano?

-Sí, la fecha de terminación estimada es a primeros de mayo. Estamos preparando también ya la licitación de todo lo que son los servicios que conlleva.

-¿Por qué es tan importante el PGOU?

-Tuvimos una oportunidad de tener algo mejor de lo que tenemos ahora, que son las normas subsidiarias que teníamos en Jimena. Es un poco complicado, porque cuando ya estaba bastante avanzado el PGOU de Jimena, en el que Tesorillo mejoraría algo aunque no fuera lo que necesitábamos, primó más el tema político que el interés del ciudadano. Si no tienes un equipo de gobierno y una oposición que te respalde hay muchos intereses creados ahí y se empieza, pero no se sabe cómo se va a terminar. Es súper importante para un municipio porque es la vía de desarrollo que tiene. Aquí no es fácil,  tenemos una inundabilidad de una zona a 500 años vista. En aquel entonces Tesorillo era una isla y de hecho aún todavía cuando se salen el Guadiaro y el Hozgarganta, que lo hacen siempre que en la Sierra tenemos lluvias torrenciales, nos quedamos aislados y nos inundamos tres o cuatro días. Tenemos que solucionar ese problema. Todos los terrenos no sirven, hay que pensarlo bien para que cuando se desarrolle ese PGOU, las personas que puedan acceder a los terrenos que se recalifiquen puedan hacer sus viviendas o levantar un polígono sin tener el miedo a que se inunden.

El regidor aparta una valla frente a un mural de homenaje a las mujeres del municipio. El regidor aparta una valla frente a un mural de homenaje a las mujeres del municipio.

El regidor aparta una valla frente a un mural de homenaje a las mujeres del municipio. / Erasmo Fenoy

-Eso está relacionado con el futuro. ¿Cuál es el que pueden esperar los jóvenes del municipio?

-En cuanto a laboral, muy bueno. Estamos alrededor de la Costa del Sol, tenemos ahí a Sotogrande con los campos de golf y muchos jardines. De hecho, tenemos una cantidad ingente de de autónomos. Aquí el empleo y las oportunidades están, aunque hay mucho por explotar. Tenemos mucho turismo rural que hay que aprender cómo enfocarlo, porque puede ser una de nuestras fortalezas. Se podrían hacer albergues, rutas cicloturistas, equinas... hay un mundo por desarrollar en Tesorillo. 

-¿Qué percibe en el pueblo a dos meses de elecciones?

-Para mí son una revalida. Llevo ocho años siendo elegido, pero estoy tranquilo. Mi método es trabajar todos los días. El equipo de gobierno ha dado lo más que ha podido. Que el resultado le gustará a unos más que a otros, es normal. Si alguien ve a otras personas que le da más esperanza de que hagan cosas, que lo exprese en las urnas. Las elecciones están para eso. Los ciudadanos deciden y han percibido una buena gestión o una mala gestión.

-Y ahí poco tienen que ver los partidos.

-Es así. Los tesorilleros somos personas que no nos atamos a unas siglas. Somos muy impetuosos a la hora de votar. Cuando empezó la democracia estuvo el PSOE mucho tiempo, luego pasó a gobernar el PP durante doce años y de ahí, a Izquierda Unida. Está claro que lo que ven es una persona que les infunde confianza y puede hacer realidad los sueños. 

-El suyo seguir como alcalde.

-Pase lo que pase soy una persona muy afortunada. Desde 2015 he vivido muchas emociones. Una de las más grandes fue cuando recibí ese papelito que decía que habíamos conseguido la segregación. Luego, las primeras elecciones municipales con nuestras urnas, eligiendo a la persona que iba a decidir por el municipio sin cortapisas de tener a alguien por encima. Me llevo que fui yo el que obtuvo la confianza de los vecinos. A partir de ahí, en Tesorillo todo es comienzo. Los primeros dos agentes de la policía local, nuestro juez de paz. ¿Cómo no me voy a sentir contento y lleno de orgullo? Unos verán que se puede hacer mejor. Pues sí, la verdad es que todo es mejorable.

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