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Roberto Leal y 'Pasapalabra' tras cinco años con él: "Yo soy un recién llegado"

El presentador sevillano incide en la mecánica y aspiración 'democrática' de un juego que permite la conexión con la pantalla y con quien está alrededor del espectador

El récord histórico que ha conseguido Manu Pascual en 'Pasapalabra'

Roberto Leal en una gala hace un año
Francisco Andrés Gallardo
- Jefe de sección de Vitally

09 de noviembre 2025 - 10:04

El sevillano Roberto Leal (Alcalá de Guadaíra, 1979) lleva una carrera de más de dos decenios en la televisión, desde los espacios de actualidad en TVE y Antena 3, entre España Directo y Espejo público, a ser el conductor de formatos como Operación Triunfo en La 1. Esa etapa le abrió las puertas de Pasapalabra, en pleno confinamiento, cuando Atresmedia retomó el formato de ITV Studios. Con unos 2 millones de espectadores por día, el concurso diario de Antena 3 es uno de los pilares de su parrilla, cinco años después de su regreso a esta cadena. Los duelos de Manu y Rosa han superado un año, con un bote de récord que suma euros y la vez, espectadores.

-Desde abril de 2020, Pasapalabra se puede decir que está hecho ya a su imagen ysemejanzaa.

-Es un programa que está en forma. Y da vértigo decirlo que llevamos ya más de cinco años y 25 desde que se estrenó en Antena 3. Yo soy todavía un recién llegado. Soy el hermano pequeño. Hay presenadores que han estado menos tiempo que yo, como la primera, Silvia Jato. Pero más allá de eso a día de hoy se percibe que Pasapalabra es un programa que sigue creciendo y que está al margen de quién lo presente. Ha pasado de una cadena a otra, de un presentador a otro, y sigue ilusionando, entreteniendo. Acompañando a mucha gente. Este concurso tiene el poder de la compañía. Nos ven en los hospitales, nos ve gente muy mayor que nos ven como un rito. Hay cientos de miles de casas donde tienen dicho que a la hora del Rosco que no les llame nadie.

-El momento del Rosco es cuando suena el móvil para importunar.

-Y fastidia porque es un ratito para concentrarse.

-Pero cuando usted dice, "con la V, ingeniero alemán...", el público sabe ya que es de esas repuestas casi imposibles.

-Es el momento de freír las papas. Pero hasta ese momento los concursantes y la gente en casa lleva ya un montón de respuestas y piensan "a que me llevo yo el bote..."

-¿Qué tiene, entonces, el programa?

-Esa conexión. Todo tenemos un bagaje para saber muchas de sus respuestas. En los juegos previos y en el Rosco. Pasapalabra es muy democrático. Todo el mundo puede participar en casa, se siente concursante. Por supuesto, hay niveles, pero jugamos con algo que usamos a diario como nuestro vocabulario. Todo el mundo tiene una respuesta a cada pregunta que hago, otra cosa es acertar. Es competir contra uno mismo. En casa se juegan los dos roscos, aquí cada participante se toma muy en serio el suyo. Este es, de verdad, un programa familiar. Los ven los nietos con los abuelos y cuando los abuelos se van, ellos siguen siendo fieles al concurso que veían con los suyos. Es una costumbre que han adquirido. Hay cientos de personas en cada casting que hablan de que lo veían de pequeños con sus abuelos y quieren darle ese homenaje participando.

-Nada más estar en la silla azul y saludar es un premio para muchos aspirantes.

-Hay gente que viene muy preparada y ponen en aprietos a los veteranos. La única forma de acceder es preparándote mucho, mucho. Después hay otros aspirantes que les hace ilusión probar la experiencia. Se llevan el juego, saludan a su familia y son las personas más felices del mundo.

El 'Pasapalabra' con Rosa y Manu

Manu y Rosa, los concursantes de 'Pasapalabra'

-Concusantes como Pablo, Orestes, Sofía, Rafa, Óscar y ahora Manu y Rosa, no son concursantes, son atletas.

-Es así. Sabiéndote el diccionario de la RAE de la A a la Z, aun así, no te llevas el bote. Con el diccionario controlado tienes 23 aciertos. Tienes que tener un plus de conocimiento de muchos más temas. Todos esos topónimos y apellidos suponen una preparación extra para ganar el bote.

-El diccionario es un tomo. Y después está la wikipedia al completo para tener que memorizar.

-Los concursantes se preparan las medallas de oro de todos los deportes, los departamentos colombianos o los ríos de Ecuador... A ver qué cae. Te puedes preparar todos los apellidos con medalla de oro y pregunto un día por las medallas de plata. Ese es el potencial de Pasapalabra, la exigencia de sus preguntas más difíciles. Manu y Rosa han recibido el legado de experiencia de muchos años. En los inicios de Pasapalabra el bote se obtuvo con la J el apeillido de Juan Ramón Jiménez. Eso es casi una obviedad. Yo he tenido que estudiar la pronunciación de apellidos rarísimos. Y ha habido ocasiones en que no era solo saber el apellido sino pronunciarlo bien. En el Rosco se dejó de poner la W y la K porque obligaba a colocar apellidos imposibles. En Pasapalabra llegó a estar la "LL" y un cuerpo de baile.

-El concurso en sí es la estrella junto a sus concursantes.

-Te lo diría Christian Gálvez o Silvia Jato. El talento en Pasapalabra te rodea con sus participantes pero también sus invitados. Eso es también muy importante, vienen artistas con su último trabajo, que han sido número 1 en su ámbito de la música, el cine, el deporte.

-Por eso dicen que usted es la persona que es amigo de más famosos de toda España.

-Son conocidos al menos. Algunos terminan siendo colegas y muy buenos amigos. Yo he ido al teatro con mi madre, mi hija y mi suegra y he ido a saludar a medio patio de butacas porque eran famosos que acudían a ver el trabajo de un compañero. Es un honor.

-Usted ademas genera buen ambiente. Eso es crucial.

-Al final yo creo que cuando tú vienes a un programa que es cordial, familiar, los invitados saben que se exponen y pueden temer hacer el ridículo. No saber las preguntas...

-¿Vienen invitados muy nerviosos?

-Mucho. Se agobian porque creen que lo van a hacer mal. Es el miedo a meter la pata para perjudicar a concursantes que ya han visto por la tele. Tienen ese sentido de la responsabilidad de ayudarles. Yo hago de anfitrión y tengo que animar, quitar nervios. La mesa de Pasapalabra es una mesa camilla grande, solo nos falta el café y las campurrianas. Tienes que ser campurrianas y café. Le ponemos la ropa camilla y una candelita y tenemos una tarde estupenda.

-Los invitados que se 'pican', que bailan. Eso es entrega por una buena causa.

-Nos tenemos que divertir todos. Hay dos partes bien definidas en el programa. Las dos juntas son entretenimiento. Una parte es desde "hola, buenas tardes" hasta que llega el Rosco. Son piezas divertidas, de cachondeo máximo, para pasarlo bien. Y cuando llega el Rosco, que hay mucho dinero de por medio, hay un ritual, una solemnidad que gusta en casa. Y dentro de lo serio y solemne hay espacio para la relajación, para un golpe de humor sobre algún término. Formalidad distendida.

-Manu y Rosa son sus niños.

-A veces les digo que son mis hijos porque casi casi podrían serlo. Con 18 años yo hubiera podido ser padre de Manu, ja, ja, ja.

-Entre ambos suman todos los récords de permanencia.

-Son plusmarquistas. Me alegro mucho por ellos. Que triunfe este perfil de gente muy joven. Tienen sus carreras y sus trabajos, que han interrumpido para estar aquí. Son personas muy preparadas y representan a la gente de hoy. Jóvenes que han surgido de familias que se han currado sus trabajos. Tienen valores increíbles que son necesarios mostrar e inculcar. Tienen fans no solo en España, sino en Colombia, en Venezuela.

Los secretos de 'Pasapalabra'

Öscar Díaz, emocionado, acaba de completar el último rosco de 'Pasapalabra' / Atresmedia

-Pasapalabra es un programa cultural.

-Hemos tenido aspirantes extranjeros, como hace poco el francés Michael, que vive en Toledo y que Pasapalabra le ha servido para aprender castellano. Es es divulgación cultural. Cultura popular para jugar y aprender, donde si fallas no pasa nada, aunque el Rosco es de gran exigencia.

-¿El equipo es el mismo que estuvo en Telecinco?

-Ha habido compañeros que se han ido a otros proyectos pero algunos llevan aquí veinte años.

-El guion de cada tarde, imaginamos, debe estar custodiado. Las respuestas del Rosco, por seguridad, la sabrán dos o tres personas...

-Yo reviso antes el guion sobre todo por las pronunciaciones. En algunas respuestas del Rosco hay interrupciones porque se comprueba todo al dedillo. Las respuestas la saben los guionistas, el director y la lingüista del programa. La subdirectora me va diciendo por remoto mientras yo voy leyendo. Hay un rigor total. No se podría hacer en directo.

-Hay mucho VAR.

-Hay respuestas que tras comprobar se dan por válida. Puede ser una espera de un par de minutos pero a veces se ha estado más de cuarto hora, con el público en tensión esperando la decisión del programa. El público juega aquí como si estuviera en su casa.

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