La fontanería de la presidencia causa fascinación a cualquier ivanredondo y el funcionamiento de la complicada administración interministerial, un juego de intrigas frágiles, despertaría el interés de cualquier opositor y contertulio ferrerista. Convertir todo eso, El ala oeste monclovita, en un relato satisfactorio sin caer en sesgos o sensacionalismos, relega a la anunciada docuserie sobre la Moncloa en un proyecto tan desafiante como dudoso. Resbaladizo de buenas a primeras.

Sólo con añadir el nombre del presidente ya suscita todos los recelos. Los retratos de cámara no interesan a un gran público, la política está más alejada que nunca de la gente (decepcionada, desencantada y ahora con los bolsillos por rebañar y con mucho miedo) y la casa no se puede reconstruir por el tejado de pizarra a las afueras de Madrid donde los ministros deciden nuestro futuro inmediato.

La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, en una rueda de prensa después del Consejo de Ministros celebrado este lunes en el palacio de la Moncloa en Madrid.

No son tiempos de presidencialismos huecos y aún menos en cinemascope. Los personalismos tienen una pátina peligrosa en estos momentos y este anuncio de un amplio masaje sobre el personal de la Moncloa y ya de paso a sus inquilinos (temporales, recordemos) más ilustres, del "pte" al último asesor, no llega en buen momento.

Tal vez no interesa saber cómo funciona la Moncloa en un momento tan crítico. Lo que desea el espectador, el votante, es que se gestione mejor. Los fuegos artificiales, mejor para más adelante.

Curro Sánchez Varela (para presentarle se le agrega que es hijo del recordado Paco de Lucía) es el encargado de una docuserie de Secuoya y The Pool que desde fuera se antoja jabonosa. Por supuesto que con autorización y predisposición, que trabaje y ya veremos. Es el equipo y el cineasta los que tienen que hacer útil e interesante el proyecto.

Un presidente tan pagado de sí mismo por su imagen (recordemos sus eternas peroratas cuando estábamos prisioneros en casa) no necesita docuseries ni apariciones extras. Ni que se cuenten sus proezas cuando aún está en activo. Es una sobrexposición que ni necesita, ni es aconsejable. Una docuserie sobre la Moncloa para bombo lateral de Sánchez ni sugiere ni se requiere.

Incluso hasta puede decepcionarnos más si vemos cómo trabajan. Los líderes interesan (las películas de superhéroes son las más taquilleras) pero cualquier encuesta revelaría esa falta de confianza que existe en el electorado español. Estamos ayunos de auténticos líderes en España y una serie sobre la Moncloa causa más indiferencia, susto (hasta indignación, según la posición ideológica) que otra cosa.

Y aunque no tengamos líderes esperemos que ningún aspirante se las tenga que ver en un papel como el de Zelenski, que merece todas las docuseries y series. Su liderazgo de resistencia sí que es asombroso.