La Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno presentó este jueves en la sede de la Real Academia de Historia los libros Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno y su Linaje. La casa de los Guzmán en Córdoba y La casa de los Golfines en Cáceres. El linaje de Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, editados por Dykinson, que recogen la genealogía de Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno a través de dos familias de antiguas raíces en la Historia de España.

El presidente de la Fundación, Teodoro Sánchez-Ávila ha resaltado que se trata de un linaje que hoy, gracias a Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, está al servicio de toda la sociedad a través de su Fundación.

La investigación ha durado cinco años de trabajo, que han permitido al autor de ambos volúmenes, Gonzalo J. Herreros Moya, doctor en Historia y Patrimonio por la Universidad de Córdoba, recabar una completa información sobre los antepasados de Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno. Herrero Moya ha destacdo que lo más fascinante ha sido cómo una cadena familiar puede mantener viva su llama y su identidad desde el siglo XIII hasta el siglo XXI ininterrumpidamente.

Desde sus palabras, lo más enriquecedor de esta investigación es que ha tenido que consultar tanto fuentes medievales como documentos notariales del Siglo de Oro o ejemplares del Diario ABC del siglo XX, encontrándose con personajes cuyos retratos están grabados en un fresco de tiempos de los Reyes Católicos, en un óleo romántico o en una fotografía a color, debido a la secular continuidad del linaje.

El acto ha sido precedido por la directora de la Real Academia de Historia, Carmen Iglesias, acompañada del presidente de la Fundación Tatiana, Teodoro Sánchez-Ávila. La presentación ha corrido a cargo de la catedrática, académica y tesorera de la Real Academia de la Historia, Carmen Sanz, quien ha introducido la obra en su contexto académico y presentó al autor.

Hasta su unión en el siglo XIX, la historia de estos dos linajes trascurre de forma independiente. El autor ha apuntado que aunque los Guzmán de Córdoba y los Golfines de Cáceres tienen marcadas diferencias, también hay puntos en común, como por ejemplo que ambos comienzan su andadura en la Baja Edad Media con un perfil bajo, hidalgos de riqueza limitada y posición muy discreta, y poco a poco en la Edad Moderna van ascendiendo gracias a una sabia administración de su patrimonio y matrimonios ventajosos.