La polémica cancelación por parte de la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía de la obra Auge y caída de una ciudad en el Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, en Tarifa, calificada como "censura" por el autor Ahmed Benattia, ha provocado diversas reacciones, por lo que el gobierno andaluz ha respondido que no se ha censurado la representación y se ha ofrecido a reprogramar la últimas sesión.

"La Junta de Andalucía no censura y en ningún momento ha censurado la obra Auge y caída de una ciudad a la compañía de creadores del Campo de Gibraltar", explica la primera de las aclaraciones realizadas por el gobierno autonómico.

"Esta delegación ha ofrecido la posibilidad a la compañía de reprogramar la última sesión de visitas teatralizadas en Baelo Claudia. El Conjunto Arqueológico ha albergado esta misma representación en dos ocasiones en este mismo mes de septiembre, no siendo informados, previamente, de que contenía alguna escenografía no apta para todos los públicos", apuntan desde Cultura. "Dicha circunstancia ha provocado que se reciban en la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte numerosas reclamaciones de los asistentes a las dos funciones ya representadas", continúan.

"A fin de evitar situaciones de este tipo, hemos ofrecido a la compañía una reprogramación para próximas semanas, previo aviso a todos los interesados que el contenido de la obra pueda herir algunas sensibilidades", explican, al tiempo que aclaran que "el delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Jorge Vázquez, se ha puesto en contacto de forma personal con el director de la compañía, ofreciéndole la citada posibilidad y a la espera de una respuesta para poder ofrecer al público interesado esta obra".

"Un manifiesto anarquista"

La obra, titulada Auge y caída de una ciudad, nació como un encargo del conjunto arqueológico de Baelo Claudia a este grupo de creadores del Campo de Gibraltar comandado por Benattia. "Se trata de una intervención escénica diseñada específicamente para las ruinas de Baelo Claudia, una pieza que, a modo de paseo por el yacimiento, activa una serie de reflexiones sobre la esencia del Estado y su relación con la violencia", expone el director al ser consultado por Europa Sur.

También, y según el dramaturgo, es un homenaje a Nahel Merzouk, el adolescente de 17 años muerto hace tres meses por el disparo de un policía en el suburbio parísino de Nanterre, y a otros tantos como él, víctimas del Estado que ostenta el monopolio de la violencia física en las polis, desde la época del Imperio romano.

"Desde el primer momento, el Servicio de Instituciones y Programas Culturales se empeñó en saber el contenido de la obra, qué se iba a decir ahí. Fueron muy insistentes en eso y llegaron a pedirme el texto por adelantado", recuerda Benattia, que también es politólogo.

"Al final, conseguimos pasar el filtro con ciertas reticencias". Y agrega: "En la primera función, todo fue bien. Y en la segunda, nos dio tiempo a desarrollar más el texto. Esa tarde, dos espectadores salieron muy enfadados de la función. Mandaron un mail a Baelo Claudia y a mí porque la obra tenía un fuerte contenido político y era un manifiesto anarquista".