Juan Sangil versus Alejandro Cuerda, arte abstracto en la sala Cárcel Real de Tarifa
La muestra conjunta de los dos autores, comisionada por Nando Argüelles, puede visitarse hasta el 31 de agosto
El galerista Nando Argüelles presenta en la interesante muestra Dos formas, duo show a dos artistas que se mueven en el terreno de la aformalidad dentro de los ámbitos de la escultura y la pintura: Juan Antonio Sangil y Alejandro Cuerda. La exposición se puede visitar hasta el próximo 31 de agosto en la sala Cárcel Real, en la Plaza Hermanos Costaleros de Tarifa.
Juan Antonio Sangil, con un expresionismo abstracto minimalista en sus esculturas y piezas cerámicas, caracterizadas por formas simples y sutiles, juega con texturas, muecas, arañazos y señales mínimas para transmitir emociones profundas y comunicarse directamente con el espectador. Aunque ha trabajado con diversos materiales como bronce, madera, acero y piedra, Sangil tiene predilección por la cerámica debido a su versatilidad para lograr colores y texturas únicas. Este material le permite expresar sus sentimientos de manera directa, lo que lo convierte en su principal medio de creación porque, como dice el artista, "la cerámica es un medio de expresión artística". No en vano ha sido 18 años profesor en la Escuela Oficial de Cerámica de Madrid, es profesor en la Escuela de Arte de Jerez y miembro de la Academia Internacional de Cerámica. Ha participado en numerosas exposiciones en España, Inglaterra, Francia, Suiza, Portugal, Holanda, Bélgica, Venezuela, Taiwán, China y Japón.
En esta exposición presenta esculturas de gran volumen con un guiño arquitectónico, evocando una conexión con lo primitivo y lo elemental. Sobre su obra ya escribí, con motivo de una muestra colectiva comisionada por el artista Juan Lobillo, en un artículo publicado en Europa Sur el 29 de julio de 2002 (página 20).
Alejandro Cuerda, aunque tiene estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, se formó en la Escuela de Artes y Oficios de la capital donde recibió clases del escultor Julio López Hernández. Tiene una obra con un sesgo introspectivo y evocador que apuesta por la innovación e invita a múltiples lecturas, ya que también se adentra en la fotografía y el arte digital rompiendo barreras entre disciplinas. En su faceta de artista aformal crea imágenes que desafían la percepción y buscan una mirada activa del espectador, quien se convierte en coautor al interpretar significados abiertos.
En las obras expuestas en Tarifa hay un pálpito entre Tàpies, Zóbel y Rueda (no hay que olvidar que figura en el Archivo de Artistas Abstractos españoles de la Fundación Juan March) con trabajos que abordan la relación entre el mundo exterior e interior, explorando el no lugar de los sueños, el abismo del ser y la percepción de la realidad cuestionando verdades absolutas.
En suma, una importante exposición del galerista Nando Argüelles de unos artistas que ilustran la contradicción del arte actual, empeñado en abolir el arte convencional, pero imposibilitado de hacerlo desde otro vehículo que no sea el del arte mismo.
Eduardo Sáenz de Varona es miembro del Instituto de Estudios Campogibraltareños, Premio Ateneo de Algeciras y doctor en Derecho
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