Tarifa

Homenaje al rescatador tarifeño Íñigo Vallejo en el 12 aniversario de su muerte en el accidente de un Helimer

  • La madre del fallecido, Nieves García Benito, recuerda a bordo de la 'Salvamar Denébola' a los tres tripulantes muertos en el suceso

Las flores arrojadas al mar desde la 'Salvamar Denébola' en homenaje a Íñigo Vallejo.

Las flores arrojadas al mar desde la 'Salvamar Denébola' en homenaje a Íñigo Vallejo. / Jorge del Águila

Íñigo Vallejo, rescatador de Salvamento Marítimo que falleció hace 12 años en el accidente de un helicóptero Helimer mientras realizaba un vuelo de prácticas en la costa de Almería, ha recibido este viernes un sentido homenaje a bordo de la Salvamar Denébola, atracada en el Puerto de Algeciras, desde la que su madre, la escritora Nieves García Benito, ha arrojado flores al mar y ha leído un comunicado de recuerdo. 

Íñigo Vallejo García falleció a los 33 años de edad. Aunque nacido en Sevilla, se crió en Tarifa, donde realizó sus estudios de Primaria y Secundaria y donde contaba con infinitud de amistades. Su madre, Nieves García Benito, fue concejal de Izquierda Unida entre los años 1995 y 1999 y uno de los nombres propios en el movimiento ciudadano contra la instalación del cable de interconexión con Marruecos

En el accidente fallecieron tres de los cuatro tripulantes del helicóptero. El cadáver de Íñigo fue el último en aparecer, siete días después de que el Helimer se estrellara en el mar. Desde junio de 2021, la calle en la que está el parque de Bomberos lleva su nombre

Nieves García Benito ha leído a bordo de la Denébola un comunicado que recuerda el fallecimiento de su hijo que reproducimos a continuación:

La Denébola, como nos gusta nombrarla, es el nombre de una estrella con una luminosidad 13 veces mayor que la del sol. Su nombre proviene del árabe Al Dhanab al Asad y significa “cola de león”. Mi hijo Íñigo Vallejo García nace el 20 de agosto de 1976, es del signo del zodiaco Leo y su vida y su muerte están entrelazados con la Denébola como un árbol a sus hojas y raíces.

La Salvamar Denébola es un espacio de mi vida. 

La tarde del 21 de enero de 2010 el Helimer 207 EC-KYR realiza un vuelo de maniobras desde la Base de Salvamento Marítimo de Almería. La tripulación está formada por el comandante José Luis López Alcalá, el copiloto Kevin Holmes, el operador de grúa Alberto Elvira Vallejo y el nadador rescatador Íñigo Vallejo García

La tercera y última parte de las maniobras consiste en bajar al rescatador al agua junto a la Denébola y apagar sus luces para volver y encontrar al rescatador. Son las 20:10 horas de la tarde cuando Íñigo está ahí. Cuando esta Salvamar le podría haber rescatado. Y el mundo se hubiera parado. El helicóptero recoge a Iñigo y a las 20:18... impacta en las aguas de la Bahía de Almería.

Iría a ser de nuevo la Denébola quien trae a puerto por última vez a José Luis, a Kevin y a Íñigo.

Aquí mismo arropando a tres hombres muertos, llorando por sus vidas arrebatadas. 

Al igual que lo ha hecho con cientos de personas perdidas en las aguas del Mediterráneo, como ellos, desde Alborán hasta Algeciras. 

Han pasado 12 años y este homenaje en la Denébola es para Alberto, que aún sigue roto y olvidado como todos, un expediente, en un Juzgado de Almería con un caso sobreseído provisionalmente que espera una investigación, una apertura, una justicia que no culpe solo a José Luis, sino que sea capaz de bucear en una empresa con deficiencias en formación, en un Sasemar a quien se le fue muchas cosas de las manos, como bien dice la Comisión de Investigación Oficial, en un ministerio de Fomento que incumple promesas. 

Estas flores van a flotar un rato sobre el mar y por un instante van a ser un sentimiento público de admiración y respeto a la tripulación del Helimer 207 EC-KYR, a las tripulaciones de la Salvamar Denébola que es un espacio de mi vida. Todos vivimos de símbolos y la Denébola lo es.

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