Tarifa | Desalojados por el incendio del Cuartón

"La velocidad con la que se acercaba el fuego a las casas era impactante"

  • Uno de los vecinos evacuados, Johnny Azpilicueta, narra su experiencia: "Hemos sentido mucha frustración por tener que dejar nuestras casas sin poder contribuir a extinguir el fuego"

  • Dos de los residentes tuvieron que ser rescatados de un coche por la Guardia Civil

Johnny Azpilicueta, un día después del incendio

Johnny Azpilicueta, un día después del incendio

Soledad, frustración, miedo y la alegría de ver sus casas a salvo del incendio. Los vecinos de El Cuartón en Tarifa vivieron esta semana uno de sus días más difíciles tras tener que ser desalojados por un fuego desatado cerca de sus propiedades. Han tenido que dejar atrás sus viviendas, pertenencias y huir con sus familiares hacia el exterior para poder mantenerse a salvo de los incendios que se llegaron a detectar en siete zonas. Incluso han visto peligrar la vida de algunos de ellos, como narra Johnny Azpilicueta, vecino de la zona de Guadalmesí.

Desde el reciente y agrio recuerdo, las primeras palabras de Johnny al preguntar por lo ocurrido son de agradecimiento al trato recibido por parte de la Guardia Civil, el Infoca y los efectivos que se desplazaron para extinguir el incendio, a los que hubiera querido ayudar a salvar sus viviendas y zonas de pasto. "Hemos sentido mucha frustración por tener que abandonar la zona sin tener poder contribuir a extinguir el fuego". Evacuados con atención humana y cuidados por parte de los profesionales, pero con la sensación de impotencia de no haber podido hacer más que mojar las zonas de alrededor de las viviendas y coger una cartera, sin llegar a pensar que el fuego sería de la magnitud que finalmente fue.

El vecindario fue trasladado a otra ladera, junto a los animales domésticos. Johnny no pudo dejar de observar desde lo lejos el avance del fuego. "Quizá fue una sensación infantil, pero en cierto modo, tenía que sentir que estaba presente y tener la intención, con mi imaginación, de contribuir, observando sin poder hacer nada pero al menos, estar ahí". Eran momentos tensos, pero de los que también destaca el apoyo que se brindaron los vecinos entre ellos, consiguiendo mantener la tranquilidad gracias a "ese apoyo incondicional, volcándose totalmente", señala Johnny, quien se siente agradecido de vivir en un vecindario "maravilloso" en el que otras personas les ofrecieron sus casas. 

"La velocidad a la que se acercaba el fuego a las casas era impactante, a 20 metros de las viviendas". Con la llegada de la noche, la preocupación le mantenía en vela. Los efectivos aéreos de helicópteros y avionetas tuvieron que frenar su actividad hasta la llegada de la luz del día, lo que le hizo vivir una de las noches más tristes.

Dos personas observando el incendio Dos personas observando el incendio

Dos personas observando el incendio / Jorge del Águila

Johnny destaca la sensación de soledad, contemplando la bajada de las llamas según pasaban las horas hasta que algo ocurrió sobre las 5:00."Estuve toda la noche observando y la alegría llegó al amanecer, estando yo solo en la ladera, cuando de repente vi que el fuego se había frenado sin haber quemado a las casas". Fue corriendo a llamar a los vecinos para contares la buena e inesperada noticia. "Empezaron a llegar los medios aéreos y un gran operativo de bomberos a rematar el tema", recalca. La amenaza se quedó a pocos metros de las viviendas, arrasando los huertos, zonas verdes y gallineros, pero no los inmuebles.

Al ver que el fuego se había extinguido, los vecinos bajaron a sus casas. Los continuos flashbacks de cómo podría haber actuado, de los momentos previos al incendio no dejan de mantenerse en su cabeza. El día anterior al incendio, el pasado domingo 15 de agosto, había concluido un crowdfunding (recaudación de fondos) obteniendo la cantidad mínima para un proyecto de reforestación de una hectárea, justo en el terreno donde el fuego se terminó sin llegar a calcinarlo. "Estábamos celebrando el día anterior que podíamos plantar los 1.000 árboles en esa zona por cuestiones de sostenibilidad, y mira lo que pasó el día después...". 

Vecina de El Cuartón tras volver a su vivienda Vecina de El Cuartón tras volver a su vivienda

Vecina de El Cuartón tras volver a su vivienda / Jorge del Águila

Dos vecinos salvados por la Guardia Civil

Johnny relata una anécdota impactante que vivieron los vecinos cuando el Seprona salvó dos vidas durante el inicio del incendio: "Subí al mirador donde la Guardia Civil empezó a evacuar las cabras que pasto habitualmente y que se encontraban en el monte. Entonces vi que se estaba acercando el fuego a la casa de dos vecinos, siendo imposible acceder. Los agentes Amaya y Enrique del Seprona subieron campo a través por una zona bastante complicada, hasta encontrarles en el coche aterrorizados sin poder salir, y los rescataron, dos vidas que se habrían perdido sin su actuación".

Hectáreas afectas tras el incendio Hectáreas afectas tras el incendio

Hectáreas afectas tras el incendio / Jorge del Águila

Los animales, los afectados invisibles

Miles de animales han perdido su hábitat, son desalojados invisibles que, al igual que las personas, han sido afectados tras el impacto de los incendios. Ahora están tratando de reubicarse, explica Johnny. "La Guardia Civil se llevó nuestro coche para ponerlo a salvo y no había otro vehículo para trasportar a los chivos con remolque. Fue la Guardia Civil quien se ofreció a transportarlos hasta la playa". Los caballos volvieron a una zona que vieron segura. Los animales salvajes no han podido salvarse.

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