La arquitectura de Tarifa (y VI)

OBSERVATORIO DE LA TROCHA

Una muestra de la arquitectura de los años cuarenta del siglo XX es el gran edificio que fuera sede de la Residencia de Suboficiales

En 1960 se inauguró el Ideal Cinema en la plaza de San Hiscio

La arquitectura de Tarifa (V)

La Residencia de Suboficiales.
La Residencia de Suboficiales.
Juan Carlos Martín Matilla

17 de enero 2025 - 04:01

Tarifa/En la acera opuesta de la calle Nuestra Señora de la Luz destaca una gran casona señorial de tres plantas, el número 11; en la baja está la puerta de entrada cuyo vano se enmarca entre dos pilastras con capiteles de estilo toscano, entre los cuales discurre el entablamento que sirve de apoyo al voladizo del balcón central de la segunda planta. Su antepecho es de rejas con volutas y su vano está decorado con una moldura de sección escalonada. A cada lado de este balcón destacan dos miradores de madera y vidrios, cuyos voladizos se apoyan en incipientes repisas y con antepechos de barrotes de hierro con adornos calados en la parte baja. La parte alta de estos miradores está adornada con calados de madera y sus tejadillos, de sección escalonada, poseen unos frisos con filigranas.

A los extremos de estos miradores se encuentran sendas ventanas cuyos vanos se enmarcan entre pilastras lisas sobre las que discurren unas cornisas mixtilíneas, con pináculos a sus lados. En la planta tercera, separada de la segunda por una cornisa, se abre un balcón central cuyo vano está adornado con una moldura de sección escalonada y cuyo antepecho es de barrotes de rejas simples; sobre su dintel sobresale un gran guardapolvo de madera con los lados de perfil lobulado. A cada lado destacan sendos miradores de madera y vidrios cubiertos también con el mismo tipo de guardapolvos y cuyos antepechos son de rejas con volutas. Los tres voladizos cuentan con ménsulas de apoyo que le fueron añadidas después. Corona el edificio un pretil.

Calle Amador de los Ríos.
Calle Amador de los Ríos.

A su lado destaca otro edifico también de tres plantas; en la baja se abren tres vanos; en la segunda, un balcón central, flanqueado por dos miradores de madera y vidrios y en la tercera, tres balcones. Sus antepechos son de rejas simples, sus voladizos carecen de ménsulas de apoyo y todos sus vanos son adintelados.

Más abajo se encuentra otra casa de gran interés. Es de dos plantas y su paramento tiene un revoque de color rosáceo, adornado en su parte superior por una cenefa con dibujitos en relieve. En la planta baja se abren cinco vanos con molduras de sección escalonada y arcos de tipo escarzano. En la segunda planta hay un balcón central con el mismo tipo de arco, cuyo vano se resalta con una moldura; su antepecho es de rejas y su voladizo se sustenta sobre dos ménsulas de perfil sinuoso. A cada lado de este balcón se abren dos ventanas, cuyos alfeizares se adornan con incipientes modillones y con los vanos enmarcados entre pilastrillas con molduras en altorrelieve que se repiten sobre los dinteles. En cada extremo de la fachada destacan miradores de madera y vidrios, cuyos voladizos se apoyan en repisas de sección escalonada, con los antepechos de hierro fundido con adornos en su parte baja; los tejadillos tienen unas cornisas mixtilíneas de sección escalonada y la parte alta de las cristaleras se adornan con medios arco ojivales.

Extramuros, en la calle Amador de los Ríos, próxima a la puerta de Jerez se levanta una casa de dos plantas, cuyo paramento está revestido de placas de piedra pintadas de color rosa, enmarcado en cenefas de color azul, al igual que el pretil de la azotea. En la planta baja se abren cinco vanos adintelados, con la puerta en el centro y dos ventanas a cada lado; en la planta superior destaca en su centro un mirador de nueva factura, que vino a sustituir en 2008 al original de madera y vidrios eliminado anteriormente. En cada extremo de este mirador se abren sendas ventanas adinteladas decoradas con cenefas de color azul y a cada lado de la fachada hay sendos balcones con voladizos sin ménsulas de apoyo y con antepechos de rejas. En la calle Batalla del Salado encontramos otra casa con la fachada revestida de placas de piedra, en este caso de color verde, con cenefas azules.

Una muestra de la arquitectura de los años cuarenta del siglo XX es el gran edificio que fuera sede la Residencia de Suboficiales. Se construyó en 1945, y ahora tiene uso residencial no militar, tras su restauración entre 2026 y 2018, después de estar abandonado varios años. Es la típica construcción de los años cuarenta, caracterizada por su robustez y cierta monumentalidad. Consta de tres plantas en su parte central y cuatro en la especie de torreones de sus extremos. En la planta baja de la parte central se halla una galería con cinco arcos de medio punto sostenidos sobre pilastras prismáticas; sobre esta arcada se encuentra una terraza con pretil donde se alternan los tramos macizos y calados. En la segunda planta se abren hacia esta terraza varias puertas adinteladas con molduras de perfil mixtilíneo en la parte del dintel y en la tercera planta podemos ver un gran balcón corrido con tres puertas de acceso cuyos vanos se adornan con el mismo tipo de molduras; a cada extremo, se abren sendas ventanas de similares características. Sus antepechos son de rejas de diseño muy simple y sus voladizos carecen de ménsulas. Este tipo de bacones se mantiene en todo el resto del edificio. La fachada principal se corona con un copete donde resalta un escudo.

En 1960 se inauguró el Ideal Cinema en la plaza de San Hiscio. Este edificio responde a la nueva arquitectura racionalista que comenzó a extenderse después de la Postguerra y que se recuperó después de los años treinta. Es un edificio que rompe con la tradicional arquitectura de casco antiguo. Tiene una estrecha fachada pero bastante fondo y en las laterales se abren las de emergencia.

Antiguo cine de la Plaza San Hiscio.
Antiguo cine de la Plaza San Hiscio.

Consta de tres plantas; en la baja cuyo paramento está recubierto por placas de piedra, se abre la puerta de acceso, de forma rectangular y adintelada. Sobre esta se elevan las otras dos, que avanzan con respecto a la línea de la fachada inferior, creando así una especie de porche a la entrada del edificio. En la segunda planta se abre un gran ventanal rectangular dividido en veinte cristaleras originariamente y en la tercera, se encuentran ocho óculos ciegos en dos secciones. Estas dos plantas tienen la fachada dividida en un revoque en forma de retícula o cuadrículas. Al dejar su función de cine, se convirtió en discoteca para lo cual se ha modificado algo la fachada original, de tal manera que en el ventanal se han construido seis cristaleras con dieciséis vidrios cada una y dos de los óculos ciegos que estaban sobre este ventanal se han transformado en un ventanuco horizontal.

En cuanto a la arquitectura ya más reciente, he de citar a un edificio de tres plantas en la avenida Batalla del Salado. Según parece al contrastar con las dos inferiores, la tercera planta se le añadió posteriormente. Su esquina está alabeada y en la planta baja se abren varias puertas con arcos escarzanos, cuyos vanos se enmarcan entre molduras, estando la principal en la mencionada esquina. En la segunda planta se encuentran varios balcones y algunas ventanas con el mismo tipo de arcos y con molduras hasta la mitad de los vanos. Los balcones tienen balaustradas con arquitos en los antepechos. En la esquina sobresale un original mirador formado por un par de vanos con arcos de medio punto y el mismo tipo de balaustradas en sus antepechos; todos los voladizos carecen de ménsulas aunque están decorados con cornisas de varias fajas. Un par de pilastras enmarcan esta esquina y otras se encuentran en los extremos del edificio y toda la segunda planta se remata con una gruesa cornisa sobre la cual asoma la tercera planta, con una serie de ventanas adinteladas y un mirador de diseño muy simple y funcional en la esquina.

Casas de calle Batalla del Salado.
Casas de calle Batalla del Salado.

Otro edificio de diseño muy singular destaca en esta misma calle. Se trata de una casa constituida por tres cuerpos, dos laterales de una sola planta y uno central, que cuenta con tres, a modo y torreta. Los laterales se cubren con tejado a un agua y en su fachada se abren unos ventanales acristalados cubiertos por un tejadillo de tejas; en la planta baja del cuerpo central se halla un soportal con cuatro arcos, dos amplios en el centro y dos pequeños a los lados, de tipo carpanel sostenidos por tres columnas cilíndricas, el cual da paso a la puerta interior de acceso. En la segunda planta se encuentra una ventana rectangular horizontal enmarcada entre cuatro molduras y en la tercera se abren tres ventanas, una en el centro y otras dos a cada lado, también rectangulares y enmarcas entre molduras; se cubre con un tejado de tejas de forma piramidal coronado por un pináculo. Detrás se extiende una segunda planta con azotea provista de un pretil con pináculos.

Edificios modernos de la Avenida de Andalucía.
Edificios modernos de la Avenida de Andalucía.

A partir de los años setenta y ochenta se construyeron modernos edificios de tipo funcional; pero algunos con elementos de cierta inspiración en la arquitectura tradicional, así se levantaron de cinco, cuatro o tres plantas en la calle Sancho IV o en la avenida de Andalucía. Algunas de estas casas lucen en sus fachadas miradores de madera y vidrios y otros enrejados; con balcones o ventanas con arcos de tipo escarzano o adintelados.

Teatro municipal Alameda.
Teatro municipal Alameda.

Como colofón a este trabajo mencionaré el teatro Alameda, situado, como su nombre indica, en la Alameda, cerca del torreón de San Sebastián. Fue inaugurado en 2011 y su modelo arquitectónico se adscribe al más puro estilo racionalista - vanguardista. En el mismo lugar estuvieron antaño el salón Medina y el cine -teatro Alameda. Tiene forma rectangular, con tres plantas; sus paramentos son totalmente lisos, pintados de blanco a los que se les han añadido unos paneles con diversas pinturas; destaca el pórtico de entrada formado por una estructura de metal, al que se accede por una escalinata y por unas rampas. La segunda planta avanza con respecto a la baja, mostrando una inclinación oblicua en su parte inferior. En la parte alta de la fachada figura el rótulo Teatro municipal Alameda.

Juan Carlos Martín Matilla es licenciado en Filología, vocal de Patrimonio de la Asociación Cultural La Trocha y miembro de la Sección 2ª Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura del Instituto de Estudios Campogibraltareños.

stats