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Múnich cierra tres días de debate con el mantra de apoyar a Ucrania

  • Josep Borrell, alto representante de la UE, asegura que es hora de pasar de las palabras a los hechos

Un ucraniano visita las tumbas de varios civiles fallecidos en el conflicto en la región de Donetsk.

Un ucraniano visita las tumbas de varios civiles fallecidos en el conflicto en la región de Donetsk. / OLEG PETRASYUK / efe

La Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) cerró este domingo tras tres días en los que las discusiones sobre la guerra de Ucrania y el futuro del orden internacional centraron la mayoría de los debates mientras, a puerta cerrada, los representantes de diversos países tenían encuentros bilaterales.

Del primero al último día se escucharon frases que se han convertido en una especie de mantras cuando se habla de la guerra, como "apoyaremos a Ucrania el tiempo que sea necesario" o "Ucrania tiene que ganar la guerra".

La primera ministra estonia ve la OTAN como única garantía de seguridad para Ucrania

este domingo, en la última jornada, el alto comisionado de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, recordó esa insistencia por parte de diversos líderes -mencionó al presidente francés, Emmanuel Macron, y al canciller alemán, Olaf Scholz, que no son los únicos que han utilizado esas frases- y agregó que era hora de pasar de las palabras a los hechos.

"Hay que hacer más y más rápidamente, tenemos que acelerar nuestra ayuda militar a Ucrania. Todos los líderes europeos han dicho aquí que Rusia no puede ganar la guerra, que Ucrania tiene que ganar la guerra. Tenemos que pasar de las palabras a los hechos", dijo.

Para ello los desafíos a corto plazo son implementar las decisiones que ya se han tomado, como el envío de tanques de combate, proporcionar suficiente munición a Ucrania y, a la vez, aumentar su producción en Europa.

Otra de las constantes de la MSC fue la advertencia de que la guerra será larga y de que el presidente ruso, Vladimir Putin, apuesta a que Occidente se canse de su apoyo a Ucrania y de todo lo que éste implica en materia económica. "Creo que Rusia apuesta a que la UE se canse de su propia iniciativa. Rusia no se cansará tan rápidamente. Vemos que Putin está haciendo lo que ha anunciado durante años. A Hitler tampoco se le creyó y era bastante claro con sus metas", dijo este domingo la primera ministra estonia, Kaja Kallas.

Kallas también hizo frente a aquellos que, sobre todo en el oeste europeo, critican los envíos de armas por temor a una escalada atómica. "Cada vez que Putin amenaza con una escalada atómica pienso que los afectados seríamos precisamente los países en el flanco este de la OTAN y no le tenemos miedo. Y si nosotros no tenemos miedo, tampoco tienen que tenerlo en el oeste de Europa", aseguró.

Al lado de la conciencia de que Ucrania tiene que ganar la guerra -lo que implica restablecer la soberanía y la integridad territorial-, pues de lo contrario se crearía un precedente que destruiría el orden internacional, se planteó la pregunta de cuál será el status quo cuando termine el conflicto.

El ministro de Exteriores ucraniano, Dimitri Kuleba, admitió que mientras Rusia no cambie habrá una amenaza latente. En esa dirección, Kallas dijo que la única garantía de seguridad para Ucrania es un ingreso a la OTAN. "La OTAN es un proyecto de paz y porque somos miembros de la OTAN no vivimos tiempos tan oscuros como otros países, en especial Ucrania. La única garantía efectiva para Ucrania es la pertenencia a la OTAN", dijo.

Una pregunta abierta es cuándo puede darse un cambio en Rusia. Macron dejó claro durante la MSC que él no cree que la guerra lleve a un cambio de régimen, lo que implica encontrar un forma de convivencia. Del lado de la oposición rusa, el ex campeón mundial de ajedrez, Garry Kasparov, dijo que una condición para un cambio en Rusia es una victoria ucraniana que incluya recuperar Crimea.

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