Mohamed tenía ocho años y vivía con sus padres y tres hermanos en la barriada ceutí de Loma Colmenar, cercana al barrio de El Príncipe.

El pasado domingo 18 de diciembre, en torno a las 19:30, salió de casa para jugar a fútbol con sus amigos en un polideportivo cercano que se encontraba a 100 metros de la vivienda familiar. Cuando pasó un rato la madre se extrañó de que Mohamed no hubiera vuelto y se asomó por la ventana para ver si lo veía, pero el pequeño ya no estaba en las canchas con sus amigos.

El padre, preocupado, salió a buscarlo por la zona. Cerca del domicilio también hay un hospital al que llegó a ir por si el menor estaba ahí pero no había rastro de él. Por eso, sobre la 01:00 de la madrugada el padre de Mohamed y uno de sus hermanos se presentaron en la Comisaría para denunciar su desaparición.

El hallazgo y las primeras pistas

Debido a la falta de iluminación no encontraron al pequeño hasta 12 horas después, a las 8 de la mañana del 19 de diciembre, en las inmediaciones del polideportivo, en una zona en la que hay un pequeño descenso que está llena de basura.  

Lo vieron porque justo antes del descenso, en un sitio de mejor acceso, estaba colgado su chaquetón, de color rojo, sobre un matorral. Unos metros más adelante se hallaba el cuerpo sin vida del menor con aparentes signos de violencia.

Presentaba un fuerte golpe en la cabeza que se está investigando si ha sido provocado por una tercera persona o de forma accidental en una caída. También tenía varias magulladuras alrededor del cuerpo que se investigan si son previas a la muerte o en el procedimiento de la misma.

Pero lo que más ha llamado la atención a los investigadores es que el cuerpo estaba desnudo de cintura para abajo, con los pantalones bajados hasta los tobillos. Esto podría ser clave para determinar si fue una muerte provocada por alguien que intentó agredirlo sexualmente.

La posición en la que se encontraba la chaqueta y la altura a la que estaba ubicada hace pensar a los investigadores que alguien quería señalar el lugar en el que estaba el cuerpo. Por eso se busca a una persona como responsable de los hechos, aunque se trabaja con varias hipótesis.

Los amigos del pequeño han asegurado que cuando ellos se fueron a sus casas Mohamed se quedó jugando solo en las pistas y que ya no volvieron a saber nada más de él, pero que en ese momento no había nadie más en el lugar.

La autopsia

El levantamiento del cadáver se produjo en torno a las 10:30 del mismo día y fue trasladado al Tanatorio para que se le realizara la autopsia. La titular del Juzgado de Instrucción Número 6 ha declarado el secreto de sumario por la gravedad de los hechos y por tratarse de un menor.

Lo que hasta ahora se sabe a día 20 de diciembre es que tras una inspección ocular del escenario y del cuerpo se le ha realizado una primera autopsia pero han decidido repetírsela para cotejar los resultados obtenidos.

Una pistola de juguete

Junto al cuerpo de Mohamed apareció también una pistola de juguete que pertenecía, presuntamente, a un hombre que merodeaba por la zona. Tras recabar dato la Policía ha estado interrogándolo durante varias horas por su posible relación con los hechos pero finalmente ha sido puesto en libertad por no encontrar indicios que lo incriminaran.

De momento la investigación continúa abierta a espera del resultado definitivo de la autopsia.