Opinión

Un sector estratégico en tiempos de COVID

Juan Antonio González Real, presidente de Coexphal.

Juan Antonio González Real, presidente de Coexphal.

Esta campaña 2019-2020 pasará a la historia por la situación tan extrema que hemos vivido todos los habitantes del planeta por la pandemia COVID-19. Nunca antes habíamos vivido una situación igual, ni siquiera parecida. El trabajo del sector hortofrutícola ha sido ejemplar durante todo el tiempo que ha durado el confinamiento. Frente al miedo y la incertidumbre del contagio, le hemos dado a la ciudadanía, la certeza del abastecimiento diario de productos sanos y de calidad que se producen en los invernaderos de la provincia de Almería.

Durante todo el tiempo de confinamiento, el campo no ha parado. Todas las empresas del sector hortofrutícola han mantenido su actividad diaria con el objetivo de abastecer de frutas y hortalizas a los ciudadanos europeos y nacionales. Hemos sido un ejemplo de responsabilidad, cada uno en su puesto, perfectamente organizados, y dando lo mejor de nosotros, cuando más se necesita. El sector ha sabido responder ante la grave situación de crisis, y continuará estando a la altura de las circunstancias mientras el peligro y los rebrotes del virus se mantengan.

Ha sido el trabajo de los agricultores, las manipuladoras, técnicos de campo, comercializadoras, transportistas…, todos han cumplido con su deber individual y, por consiguiente, hemos respondido como colectivo de forma ejemplar ante la sociedad.

Hemos realizado un gran trabajo de prevención en todos los almacenes. Ya en la semana del 9 de marzo (antes de decretarse el estado de alerta sanitaria), desde nuestra Asociación (COEXPHAL) ya se había informado a todas las empresas asociadas sobre las actuaciones que debían llevar a cabo sus trabajadores en materia de prevención frente al coronavirus a través del Servicio de Prevención Mancomunado. Prueba de ello es el bajo nivel de contagios entre los trabajadores de las cooperativas y empresas agrícolas durante el confinamiento.

Todas las empresas productoras y comercializadoras han cumplido escrupulosamente con las medidas de seguridad para garantizar la salud y la seguridad de sus trabajadores.

En los momentos en los que la salud importa más que nunca, las frutas y las hortalizas son alimentos fundamentales para llevar una alimentación sana. En los invernaderos de Almería se produce tomate, pimiento, pepino, calabacín, berenjena, melón y sandía, productos que por sus propiedades nutricionales son aliados imprescindibles para mantener nuestro organismo fuerte y sano. El sector hortofrutícola se ha posicionado como una actividad estratégica primordial.

Durante el confinamiento por el Covid-19, en la provincia de Almería no hemos tenido los problemas de falta de mano de obra como ha sucedido en otras zonas de producción porque aquí tenemos mano de obra regulada. Los trabajadores son el pivote fundamental de nuestra agricultura. El empresario agrícola siempre se ha preocupado en tener una mano de obra ordenada y fiel, lo más estable posible, afincada en la zona y comprometida con su trabajo. Gracias a esta autorregulación de los trabajadores del campo, los invernaderos de Almería han mantenido constante su actividad asegurando el abastecimiento de los productos a toda la ciudadanía.

No me gustaría dejar de destacar el carácter solidario del sector. Todas las empresas de COEXPHAL se han volcado en la donación de material y dinero para comprar equipos de protección personal (guantes, mascarillas, botas, monos, pantallas protectoras) para el personal sanitario de los hospitales almerienses. También se han donado cientos de kilos de frutas y hortalizas para los centros sanitarios.

Una vez más el sector hortofrutícola ha sabido estar a la altura de las circunstancias respondiendo con responsabilidad y valentía a las exigencias de la situación excepcional que hemos vivido durante estos meses de confinamiento.

La pregunta que se nos presenta ahora es ¿cómo se presenta el futuro del sector en esta etapa post Covid?

Nosotros continuaremos trabajando. El campo no pudo ni puede parar. Es vital que estemos muy atentos, ya que en la era post covid, en esta nueva realidad, tenemos que aprender a relacionarnos todos y en todos los ámbitos de la vida.

El teletrabajo no es posible en el campo ni en el invernadero. Los agricultores, los técnicos y las manipuladoras de los almacenes tienen un papel exclusivamente presencial para desempeñar su tarea. Por lo que seguiremos al “pie del cañón”. Continuaremos manteniendo medidas de seguridad en las empresas para proteger a los trabajadores. Las medidas de seguridad han venido para quedarse.

Tenemos que mantener, sin tregua, la responsabilidad personal y colectiva para evitar futuros brotes. Hay que seguir trabajando duro para promocionar más el “origen España/Europa” de nuestros productos y nunca perder de vista la atención y el servicio atendiendo al consumidor final.

Debemos analizar con detenimiento los cambios que se han producido durante el confinamiento en las costumbres del consumidor a la hora de comprar (como por ejemplo el incremento de la compra online). Hay que innovar en las empresas comercializadoras para atender a los cambios que se han producido.

Espero que el esfuerzo titánico durante este periodo de los miles de hombres y mujeres del sector hortofrutícola para que los productos del invernadero lleguen frescos y saludables hasta las despensas y cocinas de los ciudadanos españoles y europeos, no se olvide nunca, porque gracias a ellos, hemos podido estar abastecidos de productos sanos y superar esta crisis.

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