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Santi Coca murió dos días después de recibir una brutal paliza en una zona de fiesta de la capital guipuzcoana. Era 26 de abril de 2019, Santi tenía 17 años y las lesiones que tenía eran tan graves que acabaron con su vida. El día de los hechos quien estaba con él eran su hermano, Iker Cpca, y un amigo. Ambos fueron agredidos por intentar defenderlo. Hoy, 20 de noviembre, ellos y otros cinco testigos han contado en la Audiencia de Gipuzkoa lo que recuerdan de aquella fatídica noche en la que, presuntamente, apalearon al menor de 17 años por un paquete de tabaco.
En el banquillo de los acusados se sientan cinco de los seis acusados de su asesinato ya que el sexto permanece en paradero desconocido.
Aquel día, “salimos de fiesta, mi hermano venía a buscarme para ir a casa” cuando “apareció un amigo diciendo que le habían pedido un cigarro y que le habían robado el paquete”. “Notamos mucha tensión, no sé si oí gritos, me giré y vi como había mucha gente tirando patadas y puñetazos a mi hermano”, ha contado Iker en declaraciones recogidas por Telecinco.
Durante su relato ha explicado que, estando Santi en el suelo tirado, él se puso encima “para amortiguar los golpes”. Ha asegurado que no se trataba de una pelea, sino de una agresión.“Iban expresamente a por él”. No conocía a los agresores de su hermano y solo recuerda que había como “diez o doce personas yendo hacia él”, después un golpe en el cabeza le hizo caer a él también al suelo. Iker ha reconocido a uno de los inculpados.
Cuando Santi cayó al suelo la lluvia de patadas continuó. De hecho su hermano pensó que había muerto en ese momento. Tras la paliza, Santi Coca fue trasladado al Hospital Donostia permaneció dos días en coma y falleció por un derrame cerebral. Este miércoles 22 de noviembre, Fátima Hacine, madre del menor fallecido, comparecerá en el juicio por la muerte de su hijo, el mismo día en el que Santi hubiera cumplido 22 años.
Durante la Vista de este lunes 20 de noviembre, ha testificado también un amigo de la víctima, Iñigo Sola recuerda que “le golpeaban con rabia” primero puñetazos y una vez que cayó al suelo llegaron las patadas. Tras la brutal agresión que dejó al menor de 17 años inconsciente en el suelo, los agresores salieron huyendo. Sola ha reconocido a varios de los agresores entre los acusados.
El jurado popular, compuesto por seis hombres y tres mujeres, deberá determinar la culpabilidad o no de los cinco acusados, de entre 18 y 22 años en el momento del crimen, que se sientan en el banquillo y que se enfrentan a un delito de asesinato en calidad de coautores, por el que podrían pasar 20 años en prisión. Las defensas piden la absolución de los cinco acusados presentes.
El sexto acusado, el principal sospechoso de asestar la patada en la cabeza a Santi, que a la postre resultó mortal, es un joven argelino que se dio a la fuga hace un año. Desapareció en octubre del año pasado, tras dejar de comparecer en el juzgado de Irun. Se emitió una orden de búsqueda y captura, pero no se sabe nada de él por el momento.
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