Con la llegada del verano, todos los amantes de las estrellas se preparan para disfrutar del fenómeno de las Perseidas, la lluvia de estrellas más famosa y más popularidad del año. No obstante, en otoño también existe la posibilidad de mirar al cielo y disfrutar de un espectáculo único: las Dracónidas.

La lluvia de dracónidas se produce cuando uno de los meteoroides desprendidos del cometa 21P/Giacobini-Zinner entra en contacto con la atmósfera terrestre, momento en el que se calcina por la fricción derivada del contacto con el aire y se genera, por tanto, resplandor luminoso que conocemos como estrella fugaz.

Como apuntábamos, este fenómeno forma parte del cometa Giacobini-Zinner, descubierto en 1900 por el astrónomo francés Michel Giacobini, y recibe el nombre de Dracónidas porque el punto radiante de la lluvia de meteoros coincide, casi en su totalidad, con la cabeza de la constelación Draco, el Dragón. Así, esta lluvia de estrellas puede ser observada desde cualquier punto del hemisferio norte.

¿Cuánto tendrán lugar las dracónidas? 

Esta lluvia de meteoros acostumbra anualmente a tener una intensidad modesta, ya que genera, a lo sumo, unos 20 meteoros por hora con una velocidad de 20 kilómetros por segundo. 

Es un evento que sucede cada año en los primeros días de octubre. Según ha apuntado el departamento de Astronomía del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el momento de máxima actividad de las dracónidas este 2021 será poco después de la luna nueva del día 6 de octubre, y su momento de máxima actividad se espera que sea el viernes 8 de octubre.

Aunque acostumbra a ser muy modesta y, por tanto, difícil de ver, se espera que este año su percepción sea excelente para su observación en el hemisferio norte entre las jornadas del 6 y el 10 de octubre. La máxima actividad de la lluvia, sin embargo, se prevé que tenga lugar sobre las 19:00 horas peninsulares del día 8, por lo que la mejor noche para la observación será la del 8 al 9 de octubre. 

¿Desde dónde puedo ver la lluvia de estrellas?

Para ver mejor la lluvia de dracónidas, lógicamente, hace falta un cielo muy oscuro donde no esté muy presente la contaminación lumínica. Esto reduce drásticamente la posibilidad de observar la lluvia de dracónidas para todas las personas que residan en la ciudad, a menos que tengan la posibilidad de desplazarse fuera del núcleo urbano.

Además, los expertos apuntan a que conviene observar en la dirección opuesta a la posición de la Luna y, sobre todo, tener mucha paciencia, dado que lo más cómodo y práctico es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad por completo. 

El último apunte de los expertos apela a que, pese a que las dracónidas parecen venir de la constelación de Draco, se pueden ver en cualquier parte del cielo.