Consumo

El país más antitabaco del mundo ( o casi)

Japón es uno de los países más restrictivos respecto al consumo de tabaco

Japón es uno de los países más restrictivos respecto al consumo de tabaco / Kristaps Solims

Aunque la industria tabacalera internacional sigue acumulando grandísimos beneficios, cada vez es más amplia la lista países en todo el globo cuya legislación está volviéndose más restrictiva con los fumadores, limitando los espacios en los que está habilitado consumir tabaco, buscando la creación de gran cantidad de espacios libres de humo para los habitantes de cada población.

España está tratando de reducir también el consumo de tabaco con medidas varias. Además de la ley antitabaco existente desde 2011 en la que se prohíbe sin excepción fumar en el interior de bares, restaurantes y todo tipo de establecimientos hosteleros, ahora se ha autorizado a los Ayuntamientos españoles con playa a prohibir el tabaco en las playas con todo tipo de sanciones económicas para los infractores. A su vez, también se busca prohibir el consumo de tabaco en las terrazas y veladores.

Dentro de los instrumentos más relevantes a la hora disuadir a la población de un país de que consuma tabaco y derivados se encuentra fortalecer la estructura impositiva sobre la industria tabacalera, haciendo del hábito de fumar uno cada vez menos rentable y más costoso, el cual se aplicó recientemente en nuestro país con los aumentos en los precios del tabaco. No obstante, España sigue muy lejos del top europeo de países con el tabaco más caro, encabezado por Irlanda (con un precio medio de 12,81 euros por cajetilla), Francia (9,70 euros) y Finlandia (8,60 euros).

Así pues, es curioso descubrir que uno de los países modélicos en cuanto a legislación contra el tabaco no sólo es mucho más laxo que España en apartados concretos, sino que también está realmente cerca del país con más fumadores del planeta:

La peculiar legislación japonesa respecto al consumo de tabaco

Japón, pese a estar junto a China, país con más fumadores y en el que habitan casi un tercio de los consumidores de tabaco del planeta, es en algunos distritos extremadamente restrictivo con el tabaco y su consumo. Además de los motivos sanitarios y ecológicos de estas restricciones, también tienen un componente adicional en la tradición social japonesa, donde consumir alimentos y por supuesto fumar mientras se va andando por la vía pública es de mal gusto.

La ley japonesa, de hecho, contempla la existencia de zonas antitabaco, en las que fumar se penaliza con multas de alrededor de 2.000 yenes (unos 14,67 euros al cambio). Estas están por todo el país nipón, siendo Kioto la prefectura con más zonas inhabilitadas para el consumo de tabaco.

Sin embargo, la legislación del gigante asiático deja en manos del dueño de cada establecimiento hostelero el prohibir o no fumar en el interior de su local, lo cual resulta verdaderamente peculiar teniendo en cuenta que en muchísimos países del resto del mundo está prohibido terminantemente como norma general el consumo de tabaco en espacios públicos cerrados, incluyendo la hostelería, para prevenir el tabaquismo pasivo en aquellos individuos no fumadores.

Por ello, cabe preguntarse si la Unión Europea, y más concretamente España, buscarán ampliar el catálogo de leyes antitabaco para alcanzar la consecución del objetivo de reducir el impacto de este hábito en la población en vista de las recientes medidas.

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