Sociedad

Los platos más típicos de Semana Santa en cada Comunidad

La comida siempre es un buen motivo para reunirse con los seres queridos.

La comida siempre es un buen motivo para reunirse con los seres queridos. / D. S.

Es España acostumbramos a crear verdaderos manjares en cada festividad. La Semana Santa no iba a ser diferente, y son muchos los postres y platos principales tradicionales con lo que se puede llenar una mesa entorno a dicha celebración. Existen platos que acompañan a días concretos, pero aún es más curioso ver como estas tradiciones cambian entre cada comunidad autónoma. Conocer estas delicias puede ayudarte a buscar los lugares más exquisitos donde probarlas en tus vacaciones, pero si este año no has decidido moverte de tu ciudad... ¿te atreverías a viajar desde casa cocinando estos platos y deleitando a tu paladar con nuevos sabores? 

Sin duda, lo que no puede faltar en cada casa durante la Semana Santa es un buen plato de torrijas. Este postre es común en todo el territorio nacional. Ya no solo es costumbre realizarlo en casa para aprovechar las sobras de pan duro, sino que también se pueden encontrar en bares, cafeterías y restaurantes. Como dato curioso, las torrijas parten de una tradición que se forjó por la necesidad de crear algo con un gran contenido energético para aguantar los ayunos en esta festividad. Ahora, es el dulce más extendido y que denota una clara tendencia: los platos más típicos que encontraremos en estas fechas son dulces. 

Mona de Pascua 

Se trata de un bollo típico de la Comunidad Valencia, Murcia, Cataluña y regiones de Castilla-La Mancha. Es tradición que cada padrino o madrina regalen a sus ahijados este postre el Domingo de Pascua. Puede variar su forma, desde un simple bollo redondo hasta crear divertidas figuras de lagartos y tortugas, pero siempre coronados por un huevo duro con la cáscara tintada de algún color llamativo. Además, la tradición se extiende hasta el Lunes de Pascua, cuando toda la familia se reúne en el campo para celebrar, y el ahijado debe romper el huevo en la frente de su padrino. Normalmente, se acompaña con longaniza de Pascua o con chocolate. 

Pestiños

En Extremadura y en Andalucía es costumbre comer pestiños en Semana Santa. Puede que su relación con la shebbakiyya marroquí (que se consume durante el mes de ramadán por su valor energético, ideal para romper el ayuno). Pueden ser acompañados con miel o azúcar y canela, y son ya muy conocidos por todo el territorio nacional. 

La Aceitada

Zamora es la capital por excelencia de este postre. Son unas pastas preparadas que prescinden de todo tipo de grasa animal, es decir, tan solo usan el aceite como grasa. Al evitar el uso de mantequilla o manteca, productos de origen animal, se convierten en ideales para Semana Santa. De forma circular, compacta y color tostado debido al baño al huevo, y tienen un característico sabor a anís. Se desconoce su origen, pero coincide con el resto de postres en su alto aporte calórico.

Porrusalda 

Este primer plato es probablemente de origen humilde, ya que está compuesto principalmente por puerro y patata, algo que nunca falta en la huerta. La porrusalda es un plato muy sencillo y saludable, típico en el norte de nuestro país, más concretamente en el País Vasco. Aunque en realidad no es un plato exclusivo de la Semana Santa, para cumplir con la tradición de no comer carne, es lo que verdaderamente le da otro significado en estas fechas es añadir bacalao. 

Filloas o frixuelos

En la otra parte del Norte de España, en Galicia y Asturias, es costumbre realizar las filloas, un postre que puede confundirse con los crepes, pero mucho más finos y hechos tan solo con harina de trigo. También tenemos una versión salada que se prepara mucho en la época de matanza. Para que queden más finas, es imprescindible usar agua. 

Buñuelos de arenques o calabaza

Los buñuelos son, al igual que las torrijas, un postre más que extendido por toda la geografía española. Por Semana Santa, es tradición en Tenerife añadir a este dulce algunos arenques, especialmente si están ahumados. Al tratarse de una elaboración que parte de la harina, puede ser tanto dulce como salado. En la Comunidad Valenciana existe la variante que incluye calabaza, lo que le da una textura diferente y agradable a este postre. 

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