Semana Santa | Viernes Santo

El Cristo del Mar, Esperanza, Soledad y Amargura procesionan en un gran Viernes Santo en La Línea

  • Las cuatro hermandades realizan su estación de penitencia muy arropadas

La salida del Cristo del Mar.

La Línea vive este Viernes Santo uno de sus días más señalados con hasta cuatro hermandades en la calle. Cristo del Mar, Esperanza, Soledad y Amargura realizan su estación de penitencia en el día con más cofradías.

La Hermandad del Cristo del Mar y Luz y Esperanza Nuestra ha sido la primera de las cuatro cofradías que desfilarán este Viernes Santo en La Línea. Antes de las 17:00 la plaza Guillermo José Chaminade, en La Atunara, estaba repleta para ver al Cristo en la calle tres años después. El cortejo estaba formado por un buen número de nazarenos, entre ellos muchos niños, además de mantillas.

Una vez que el paso de misterio salió por el dintel de la parroquia del Carmen sacado a pulso por los cargadores, los asistentes rompieron en aplausos bajo una emoción tremenda. Ya en la plaza, cargado al hombro, el Cristo saludó al mar en un homenaje a las vidas perdidas en naufragios. La música corría a cargo de la agrupación musical Ecce Mater de Cádiz. La primera marcha, La Saeta, con las mecidas del Cristo ante un fervoroso gentío. 

La Virgen acompañaba al Cristo por tercera vez después de que se estrenara en 2018 con una cuadrilla de mujeres cargadoras que también arrancó os aplausos de los asistentes. Por delante una larga jornada que llevará de vuelta a la hermandad de La Atunara en torno a la 1:45.

Las hermandades de Amor y Esperanza y Nuestra Madre y Señora en su Soledad y Santo Entierro comenzaron su estación de penitencia a las 19:30. En ambas salidas, en la casa hermandad de la hermandad de San Bernardo y en el santuario de la Inmaculada, se agolparon centenares de personas.

En San Bernardo, Amor y Esperanza congregaron a muchos vecinos de San Bernardo, deseosos de ver a su titular de nuevo en la calle. El Cristo del Amor salió a la calle Gaucín con el himno de España interpretado por la Agrupación Musical Humildad de Lebrija y con su tradicional monte de claveles rojos con fondo de romero, mientras que la Virgen de la Esperanza, talla de Luis Ortega Bru, iba acompañada por la Banda Municipal de La Línea. Nada más salir, se entonó el Ave María bajo los aplausos de los presentes y dedicaron la primera levantá al barrio. El exorno floral estaba formado por flores blancas.

Los principales estrenos de la hermandad son el llamador del paso del Señor y la saya de la Virgen, que de una donación de un traje del matador de toros Santiago Manciño, a su vez capataz del paso de palio. Además, la ropa de nazareno, con antifaz de terciopelo verde y túnica y capa blanca, se estrenó en una parte del cortejo.

Al mismo tiempo comenzaba su estación de penitencia el Santo Entierro y la Soledad. Formaban parte del cortejo del Cristo Yacente representantes de todas las hermandades de La Línea –excepto las que también llevan a cabo su procesión este mismo día– y por representantes de la corporación municipal con el alcalde, Juan Franco, a la cabeza.

La salida del misterio, con música a cargo del trío de capilla Salus Infirmorum, le daba solemnidad en sus primeros pasos escoltado por agentes de la Policía Local y un miembro de la Orden de Caballeros Templarios.

A continuación, un nutrido grupo de nazarenos de riguroso luto anunciaba la aparición de la Virgen de la Soledad, acompañada por la música de capilla del trío Corpus Christi. El paso es sobrio, sin palio, en madera color caoba y cartelas de orfebrería plateada con la cruz con el sudario a la espalda de la dolorosa.

Este año estrenaba cuatro hurricanes de 40 centímetros de alto, con sus correspondientes coronas en orfebrería plateada.

La Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura comenzó su estación de penitencia a las 21:00. El Cristo, portado por cargadores con túnica roja y antifaz negro, salió a la Plaza de la Iglesia bajo los sones del himno de España interpretado por la banda de música de Barbate y posteriormente fue acompañado por el trío de capilla musical Lignum Crucis.

Dos largas hileras de nazarenos con antifaz y capa negros y túnica roja daban paso al palio de María Santísima de la Amargura, conocida como la Virgen de los toreros, para que cuatro hermandades estuvieran a la vez en la calle.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios