La hermandad de los Dolores ya está en la calle. La junta de gobierno decidió retrasar su salida media hora, hasta las 19:30, ante la amenaza de lluvia en La Línea y acortar el itinerario hacia la carrera oficial. En lugar de girar hacia las calles del barrio de Santiago, la procesión tomó el camino más corto, por la calle Jardines y Clavel, para llegar un poco antes de lo previsto a la carrera oficial.

En todo caso, antes de las siete los alrededores de la parroquia de Santiago ya estaban repletos para dar una cálida bienvenida a la calle tres años después a Jesús de las Penas y María Santísima de los Dolores. Los primeros minutos de espera transcurrieron con un pequeño chubasco, pero en seguida el cielo se despejó para permitir la salida de la única hermandad que procesiona cada Martes Santo en La Línea.

Pasadas las 19:30 se abrieron las puertas de la parroquia para que la cruz de guía, seguida de nazarenos de ruan negro y cinturón de esparto, se reencontrara con la calle y comenzara su camino por la calle Jardines buscando el centro de la ciudad.

Debido a las dimensiones del misterio y de la puerta de la parroquia, la cruz se terminó de montar una vez que el paso del Cristo salió de su templo bajo los sones de la Marcha Real, a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores Amor de Cristo de San Juan de Aznalfarache (Sevilla).

Como el Lunes Santo durante la estación de penitencia del Silencio, el luto por Luis Mañasco estuvo presente durante la procesión de los Dolores de la que era hermano mayor honorífico y fiel devoto de la Virgen. Su hijo Francis es costalero del paso de palio y fue el encargado de oficiar el XXXV Pregón del Costalero. Precisamente la primera levantá del paso de Jesús de las Penas fuera del templo estuvo dedicada a Luis Mañasco.

Tras una larga hilera de nazarenos, 20 minutos después de la salida de la cruz de guía salió el palio de los Dolores, con el acompañamiento musical de la banda Amando Herrero de Algeciras.