Tarifa se volcó el Viernes Santo para recibir a la imponente procesión del Santo Entierro, que realizó una brillante estación de penitencia con dos pasos: el de la Piedad, formado por las imágenes de la Virgen de las Angustias y el Cristo de la Caridad, y el Santo Cristo Yacente.

En los alrededores de la iglesia de San Mateo se dieron cita los fieles tarifeños para participar de un recorrido solemne y emotivo y en el que la mujer se convierte en protagonista, ya que son mujeres las que portan a costal el paso de la Piedad, en el que también participan varias mujeres ataviadas de mantilla.

Una representación de la corporación municipal participó en la estación de penitencia, de la que también tomaron parte nazarenos representantes de todas las hermandades y cofradías de Tarifa, con sus insignias, en orden de salida procesional.

El paso de misterio avanzaba por las calles de tarifa al son de las notas de la Asociación Musical Pintor Manuel Reiné, de Tarifa, ante la admiración y respeto de los presentes. A continuación, de riguroso luto, dos hileras de nazarenos daban paso al Cristo Yacente, que avanzaba en total silencio.

Cabe destacar que la imagen del Cristo Yacente data de principios del siglo XX (hacia 1906). el cuerpo del Señor se corresponde con el modelo que realizara el escultor catalán Sebastià Costa Massachs para los talleres de arte religioso El Arte Cristiano, de Olot.

Los lugares donde los fieles más esperaron el paso del cortejo fueron la capilla de la Inmaculada (Guzmán el Bueno), la carrera oficial, por la calle Sancho IV el Bravo, y la calle de la Luz.