Semana Santa

La madrugada abre la puerta al Cristo de la Fe

Nombre Completo: Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santo Cristo de la Fe, Santa Cruz de Jerusalén y María Santísima de la Amargura.

Hermano mayor: Manuel García Campillo.

Pasos: Uno.

Sede Canónica: Iglesia de la Palma.

Indumentaria: Los hermanos visten túnica morada y procesionan desprovistos de capa y del cartón del antifaz, que también es morado.

Música: Acompaña el trío Capilla Musical Sant Pau, de Algeciras.

Capataces: Juan M. Jiménez Alcaraz y Luis María Pina Moncada.

Itinerario: Parroquia Nuestra Señora de la Palma, Plaza Alta, Alfonso XI, San Antonio, Sevilla, Ventura Morón, Colón, General Castaños, Callejón del Ritz, Plaza Alta y a su templo.

Hora de salida: 02:00

Carrera oficial: 02:05

Recogida: 03:30

Cuando la calle se hace silencio, las puertas de Nuestra Señora de la Palma se abren dando paso al Cristo de la Fe. Una imagen, conocida popularmente como el vasco y cuya llegada a Algeciras se sitúa en 1939, procedente de los talleres Larrea Echaniz, de Bilbao. La talla es de autor desconocido.

La procesión del Silencio comienza a salir con el Cristo de la Fe, representación de Jesús muerto en la cruz, y en el mismo paso con la primitiva imagen de la Amargura. Posteriormente salen ambas imágenes junto a la del Nazareno. La procesión del Silencio con el Cristo de la Fe se reanuda en 1993.

Desde entonces, el Nazareno y la Virgen de la Amargura realizan su estación de penitencia cada Jueves Santo desde su sede de la Iglesia de la Palma, dando paso tras su recogida, ya en la madrugada del Viernes Santo, a la procesión del Silencio del Cristo de la Fe, donde hermanos cargadores portan a hombros la imagen del crucificado bajo un enorme silencio y recogimiento.

Tanto la procesión del Nazareno y la Amargura como la del Cristo de la Fe son de corto recorrido. Durante la procesión del Silencio no hay que perderse los momentos anteriores a su salida desde el interior de la Iglesia de la Palma, viendo como descienden la imagen del crucificado y acompañarlo por su corto recorrido en el más solemne silencio.

Hay que destacar la música de capilla, cuyos sones son la única nota que acompaña al cortejo.

Previamente a su salida, la lectura de un texto en el interior de La Palma invitará a acompañar a la imagen del crucificado por su corto y sobrio pero solemne recorrido por el centro de la ciudad.

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