El cielo amenazaba lluvia pero en La Atunara nada podía impedir la salida del Cristo del Mar. La junta de gobierno se lo pensó pero al final y como en el momento de la salida, que se retrasó unos 15 minutos, no caía una gota optó por realizar la estación de penitencia.

Si a las 17:30 no había más de una quincena de personas en la plaza de Guillermo Chaminade, centenares de linenses aguardaban luego la salida del Cristo.

Mientras en el interior de la iglesia del Carmen se organizaba el cortejo, fuera sonaban los tambores de la banda Virgen de la Estrella de Málaga.

Cuando las puertas de la iglesia del Carmen se abrieron, el Cristo del Mar fue recibido entre aplausos y con esfuerzo pero sin problemas salvaron la salida.

Como novedad este año, una vez que el paso estuvo fuera, el párroco Ignacio Zabala se dirigió a la multitud para que todo el mundo rezase. El sacerdote señaló que "nos da lástima contemplar a Jesús porque sufre pero pasó su vida haciendo el bien, ayudando a los pobres y enfermos, criticando las injusticias y por eso lo mataron". Zabala pidió a los linenses que "sigan su ejemplo en casa, en el trabajo y en el bar".

En sus peticiones incluyó a las familias del barrio que pasan necesidades, a los vecinos de La Atunara que en prisión, los parados y la plantilla municipal.

Sin embargo una hora más tarde y cuando el Cristo del Mar se encontraba a la altura del hospital el cielo descargó con fuerza y se vio obligado a volver.