El Yacente recorre por Algeciras el duelo por la muerte de Jesucristo
La imagen, al ritmo de un tambor sordo, sobrecoge en el Viernes Santo algecireño, acompañada por la fe que despierta la Soledad
El Santo Entierro llenó de rigurosidad y luto el Viernes Santo de Algeciras con motivo de la muerte de Jesús. El Cristo Yacente obra de José Román, como es habitual en el final de la Semana Santa algecireña, se convirtió en protagonista, acompañado por la Soledad.
A las nueve de la noche la imagen del Yacente volvió a sobrecoger como hace cada año a las personas reunidas en torno a la iglesia de la Palma. La Real Antiquísima y Venerable Cofradía del Santo Entierro y María Santísima de la Soledad puso en la calle a Jesús fallecido ya y aún no resucitado, recostado sobre una roca. Sonó La muerte no es el final.
Tras una levantá dedicada a Alfonso Oñate, la estación de penitencia se desarrolló solo bajo el sonido de un tambor sordo, que mejor representa la trascendencia y el duelo del momento. La banda Amando Herrero estuvo con la Virgen.
Los nazarenos y un buen número de mujeres de mantilla, todos de solemne negro, duelo por el fallecimiento de Jesús. Fue la salida que más gente reunió en el Viernes Santo algecireño.
Cuando la Soledad hacía su acto de aparición en la Plaza Alta se produjo una bonita imagen. Justo en ese instante el Yacente, que sale hacia la derecha, llegaba a la entrada de la capilla de Europa, con las puertas abiertas para dejar ver en su interior a la Virgen de las Lágrimas iluminada por las velas.
De las hermandades que procesionaron en el Viernes Santo de Algeciras, la del Santo Entierro fue la última que realizó el tránsito por la carrera, en la que comenzó a adentrarse pasadas las once de la noche, presidiendo el cortejo el alcalde (por ser la procesión oficial de la localidad), el párroco de la Palma y un representante militar (como hermano mayor honorario).
Las revirás de dolor del Yacente y de la Soledad llorando por la pérdida del hijo, ambos camino de vuelta a la Palma, fueron el recuerdo que se llevó mucha gente hasta dentro de un año.
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