Semana Santa | Jueves Santo

Tres Caídas y Nazareno para rememorar la Pasión de Cristo en Algeciras

  • La hermandad trinitaria parte de San José Artesano con un misterio con dos figuras nuevas, Simón de Cirene y un centurión romano

  • La Virgen de la Amargura estrena manto de salida y faldones

El Cristo de las Tres Caídas tras salir de La Trinidad este jueves.

El Cristo de las Tres Caídas tras salir de La Trinidad este jueves. / Erasmo Fenoy

Desde que fuera fundada en el siglo XII, la Orden Trinitaria ha estado ligada a la ayuda a los presos. Originariamente a los privados de libertad de las Cruzadas, ayudando al rescate de los cautivos y su atención; en el siglo XVIII regentó un hospicio en Algeciras para atenderlos. Tras su refundación, esa labor ha llegado hasta el centro penitenciario de Botafuegos, como apoyo a la reinserción de las personas que cumplen condena a través de la Casa de Acogida Marcos Criado de la Fundación Prolibertas y con la Pastoral Penitenciaria de Capellanía Católica. Por eso, este Jueves Santo el Santísimo Cristo de las Tres Caídas luce una insignia nueva: el pin de Instituciones Penitenciarias, nueva hermana de honor de la cofradía trinitaria en reconocimiento de esa relación.

Es una de las múltiples novedades que la hermandad de San José Artesano ha mostrado a su barrio en esta soleada tarde de Semana Santa, en la que una multitud de vecinos ha querido llenar el recorrido de su cofradía. Después de tres años de separación, el Señor de las Tres Caídas procesiona acompañado por dos nuevas figuras, Simón de Cirene y el centurión romano que le ordena ayudar a Jesús a llevar la cruz. En el misterio faltaría solo la Verónica con su paño. También se han estrenado los arbotantes y la túnica y las potencias, una donación. 

La baja puerta de La Trinidad ha vuelto a ofrecer una de las salidas complicadas de la semana. La del misterio, con el remate de la cruz y el casco del centurión quitados, y la de la Virgen, sin palio (no podría salir con esa altura) sacada de rodillas por su cuadrilla de costaleras. La dolorosa, obra de otra mujer, Lourdes Hernández Peña, ha salido a la plaza con la mesa abarrotada de rosas rosas.

Poco antes de las siete de la tarde la cofradía al completo estaba ya en la calle, entre el bullicio de sus vecinos. Por delante una tarde con momentos emotivos como el paso ante los mayores del centro de San José Artesano y en la que también tendrá en cuenta las necesidades de las personas con trastornos del espectro autista y otros que provocan hipersensibilidad auditiva, transitando sin música durante un tramo de Capitán Ontañón.

El Nazareno, a su salida de La Palma El Nazareno, a su salida de La Palma

El Nazareno, a su salida de La Palma / Erasmo Fenoy (Algeciras)

Nazareno

Son las 20:15 y cientos de ojos están fijos en el mismo punto de la Plaza Alta. Por la estrecha puerta de la iglesia de La Palma asoman los faroles del Nazareno, en ese ejercicio de precisión que es su salida anual. Poquito a poco, como es pedido, el paso va bajando la rampa, con el Cristo sin potencias, la cruz sin los remates, "más a tierra, poco a poco", ajustado al milímetro para no rozar el dintel. A la caída de la tarde, Nuestro Padre Jesús Nazareno está ya de nuevo con su pueblo, avanzando por la plaza con su paso suave.

El Señor, talla de Carlos Bravo Nogales, cambiará este año su itinerario de vuelta, rememorando el que hace ya algunos lustros llevaba a cabo la cofradía. Un cambio que le permitirá pasar por delante del azulejo ubicado en la calle Santísimo. Pero todavía queda una noche espléndida por delante, repleta de público que mira con respeto a Jesús Nazareno.

Al filo de las nueve de la noche, el Jueves Santo está completo. La Virgen de la Amargura asoma por la puerta estrecha, iluminada por la candelería y las rosas blancas. Luce en esta ocasión uno de los grandes estrenos de la hermandad, un nuevo manto de salida (granate bordado en oro mixto) y faldones realizados por José Antonio Grande de León y que fueron bendecidos hace menos de un mes. Un trabajo que completa el palio del mismo bordador.

Todavía quedaba otra novedad, emocionante, la de la marcha Resurrección, compuesta por Antonio Jesús Pérez Escribano e interpretada por la banda sinfónica Amando Herrera en la primera levantada, dedicada a las personas fallecidos durante estos dos años de pandemia. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios