Jueves Santo

El Nazareno pasea la carga de la cruz por Algeciras para redimir al mundo

  • El Señor emociona en su esperado desfile procesional, a lo largo del cual recoge la devoción de todo el pueblo. María Santísima de la Amargura sigue con dolor a su hijo.

El peso de la cruz no impidió ayer al Nazareno recorrer con paso firme las calles de Algeciras para realizar su esperada estación de penitencia. Imagen de gran devoción, se adueñó de una noche en la que tuvo que enfrentar un viento de Levante algo molesto, antecediendo a su madre, María Santísima de la Amargura, que llevaba consigo el dolor propio de ver a Jesús a punto de redimir los pecados del mundo.

La salida del Nazareno y de la Amargura es uno de los momentos señalados de su desfile procesional. En el entorno de la iglesia de la Palma se juntó todo el que no quiso perdérselo. A las nueve y cuarto de la noche, sonando las campanas, salió el Señor, con el cuidado obligado para franquear sin problemas el pórtico del templo. Emoción cuando la talla se yergue tras superar el dintel.

Ya en la plaza un hermano subió a colocar las dos partes de la cruz que se desmontan para que pueda salir la imagen de la iglesia, así como la corona del Nazareno. El viento meció la túnica morada de Jesús, que arrancó aplausos cuando aceleró el paso, ayudado en su carga por Simón de Cirene. Así sucedió todo el recorrido, siempre con la música de la agrupación musical La Expiración de Salamanca.

María Santísima de la Amargura se acercó a la puerta del templo mayor algecireño y aguardó unos breves instantes a que su hijo abandonara la Plaza Alta. Cuando el Nazareno ya había entrada en la calle Alfonso XI la Virgen se dispuso a salir.

La banda Amando Herrero, su acompañamiento durante el desfile procesional, interpretó el himno de España para dar la bienvenida a la Virgen, que sobresaltó un poco a las personas congregadas por que al terminar la rampa de bajada la parte delantera del paso de palio hizo un movimiento algo brusco.

El viento apagó los cirios que iluminaban a María Santísima, que dobló para encarar la carrera oficial tras el Nazareno.

El Señor fue recogiendo la fe que genera en toda la ciudad a lo largo de su recorrido, como siempre espectacular a su paso por el parque María Cristina, uno de esos instantes que hacen tan especial a este desfile procesional del Jueves Santo algecireño. Y la gente tampoco quiso perderse otros puntos destacados como el tránsito por la calle Ancha y la recogida, prevista en torno a la una de madrugada.

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