María llora desconsolada por las calles de La Línea tras la muerte de su Hijo
jUEVES SANTO | ANGUSTIAS EN LA LÍNEA
La Piedad de Ortega Bru muestra su belleza y fuerza icónica en un recorrido de algo más de cuatro horas por el centro.
La belleza y fuerza icónica del grupo escultórico de Nuestra Señora de las Angustias y el Cristo de las Almas llenaron anoche las calles de La Línea de fervor cofrade. La hermandad y cofradía de nazarenos comenzó su desfile puntual desde el Santuario de la Inmaculada, en pleno centro, sobre las nueve y cuarto con la salida de impresionante talla del imaginero sanroqueño Luis Ortega Bru.
La Piedad, concluida en 1954, representa el momento en el que la Virgen recoge en sus brazos el cuerpo sin vida de su hijo, recién descendido de la cruz. Con gesto ausente, el rostro de la Virgen fue uno de los detalles más buscados por los objetivos de los fotógrafos y aficionados que se reunieron en torno al recorrido que pasó por las calles José Torres Vico, Carboneros, Salvador Dalí, López de Ayala, Duque de Tetuán, Pasaje Jesús del Gran Poder, Sol, Cervantes, Isabel la Católica, San Pablo, Sol, Clavel, Real, San Pablo y vuelta al templo.
Una estación de penitencia de algo más de cuatro horas, hasta poco más de la una de la madrugada, que desfiló por las principales calles del centro de La Línea engalanadas en muchos casos con colgaduras en los balcones y que fue realzado con los sones de la Agrupación Musical Virgen de las Angustias de Andújar (Jaén).
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