Semana Santa

El Cristo del Mar desata el fevor desde La Atunara a toda La Línea

  • La imagen del Crucificado es arropada por cientos de fieles durante todo su recorrido

El barrio de La Atunara se echó a la calle para arropar, un Viernes Santo más, a su Señor, el Cristo del Mar. Con algo de retraso el cortejo de nazarenos comenzó a salir de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen a una abarrotada plaza Guillermino José Chaminade, donde la venerada imagen del crucificado arrancó las primeras saetas. En esa misma plaza el paso de misterio tuvo su primer momento emotivo, cuando los cargadores pusieron al Crucificado mirando al mar, en recuerdo de todos aquellos marineros que ya no están.

El paso de misterio, perfectamente adornado con lirios morados y con el acompañamiento musical de la banda Cristo Rey de Badajoz, avanzaba por el barrio, levantando la pasión de todos los vecinos a su paso, hasta llegar a otro punto obligado para presenciar durante su larga estación de penitencia, el hospital de La Línea, donde el Cristo del Mar no se olvidó de los enfermos y fue mecido por sus cargadores.

De ahí, el paso fue más rápido por toda la avenida Menéndez Pelayo, seguido por un buen número de promesas, para llegar puntual a su cita con la carrera oficial, y en especial con la Patrona y Alcaldesa Perpetua, la Inmaculada Concepción, donde el paso de misterio, guiado por los capataces Juan Belmonte, Andrés Mellado y Francis Argüez, fue mecido a las puertas del santuario bajo los vítores de los más devotos de la imagen marinera, que fue seguida por toda su estación de penitencia por sus fieles de La Atunara.

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