La reorganización de la Guardia Civil (XLIII)

La Guardia Civil en San Roque (CCLIX)

Entre 1958 y 1963, al teniente coronel Juan Salom Sánchez le fueron concedidas tres felicitaciones durante su etapa como jefe de la Comandancia de Algeciras

La reorganización de la Guardia Civil (XLII)

Orden ministerial de 1963 ascendiendo a coronel a Juan Salom Sánchez, jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras).
Orden ministerial de 1963 ascendiendo a coronel a Juan Salom Sánchez, jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras).

San Roque/Durante el periodo de casi cinco años, entre 1958 y 1963, que el teniente coronel Juan Salom Sánchez fue jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), le fueron concedidas tres felicitaciones, con anotación en la hoja de servicios. Fueron formuladas por los dos últimos tenientes generales directores generales del Cuerpo que tuvo durante dicha etapa de su carrera militar.

La primera, de carácter policial, fue practicada por el teniente general Antonio Alcubilla Pérez, en escrito núm. 553, de 30 de junio de 1962, por conducto del coronel Buenaventura Cano Portal, jefe del 37º Tercio (Málaga), “por su destacada actuación en el descubrimiento y aprehensión de armas y municiones encontradas, procedentes de Marruecos, habiendo puesto de manifiesto un gran celo, sagacidad, espíritu y entusiasmo insuperable”.

La segunda, de carácter eminentemente benemérito, le fue formulada por el teniente general Luis Zanón Aldalur, en escrito núm. 8, del 4 de enero de 1963, dimanante de la 3ª Sección de Estado Mayor de la Dirección General de la Guardia Civil, “por el gran celo, abnegación y acertadas disposiciones en los servicios de salvamento, vigilancia y seguridad de personas y propiedades, con motivo de los recientes desbordamientos de los ríos Palmones, Guadarranque, La Miel e infinidades de arroyos torrenciales que desembocan en la bahía de Algeciras”.

Y nuevamente, de carácter benemérito y policial, el teniente general Zanón, en escrito núm. 104, de 1º de febrero siguiente, de la mentada 3ª Sección de Estado Mayor, “por haber puesto de manifiesto un gran celo, espíritu y entusiasmo insuperable en los servicios prestados con motivo de los temporales que han azotado la zona del Campo de Gibraltar durante el pasado mes de Enero”.

Ese mismo año, por orden de 9 de octubre, publicada dos días después en el diario oficial núm. 230, Juan Salom fue ascendido al empleo de coronel. Dicha disposición del Ministerio del Ejército estaba suscrita por su titular, el teniente general Pablo Martín Alonso, que había sido director general de la Guardia Civil entre junio de 1955 y febrero de 1957.

Un mes más tarde, por otra orden ministerial de 8 de noviembre de 1963, el nuevo coronel Juan Salom fue designado para el mando del 23º Tercio de Fronteras (Pamplona). Relevó al coronel Carlos Caballero Redel, que también procedía del desaparecido Cuerpo de Carabineros, y que tras cumplir 60 años de edad, acababa de pasar al Grupo de “Arma o Cuerpo”, fijando su domicilio en dicha localidad.

A principios de ese año 1963, conforme la “Escalilla de Generales, Jefes y Oficiales”, elaborada por el Negociado Primero de la Sección de Personal de la Dirección General de la Guardia Civil, la 337ª Comandancia (Algeciras) estaba encuadrada en el 37º Tercio (Málaga), que mandaba el coronel Buenaventura Cano Portal, y pertenecía a la 1ª Zona (Sevilla), dirigida por el general de brigada Pedro Vázquez Méndez. Ambos procedían de la Benemérita antes de la absorción del Cuerpo de Carabineros.

En la mentada comandancia campogibraltareña que mandaba el citado teniente coronel Juan Salom, mientras que el mando de la de Cádiz era ostentado por el teniente coronel Rafael Serrano Valls, los comandantes de aquella, con residencia en Algeciras, eran Francisco Zájara Maya y Patrocinio Lobo Martín. El primero había sido alférez provisional de Artillería y teniente de complemento de Infantería antes de ser teniente de la Guardia Civil en 1947, mientras que el segundo había causado alta en la Benemérita como trompeta en marzo de 1936, procedente de cabo de la sección de tropa afecta al Establecimiento Central de Intendencia.

Pero antes de proseguir con las relaciones de oficiales de la 337ª Comandancia (Algeciras) que figuran en la escalilla de 1963, es conveniente referir, aunque sea muy brevemente, tres leyes de ámbito nacional que lógicamente también tuvieron su especial incidencia en la Benemérita del Campo de Gibraltar.

Primero es la ley de 5 de abril de 1952, por la que se señalaron límites de edad para ejercer el mando de unidades armadas y para el pase a la situación de reserva o retiro de generales, jefes y oficiales de la escala activa de las Armas y Cuerpo de Estado Mayor. Aquellos que, llevando anexo el concepto específico de mando, presuponía un mayor esfuerzo físico y se denominaría, de “Mando de Armas”. El segundo estaría constituido por los restantes destinos que entonces cubría dicha escala o los que pudieran serle encomendados en lo sucesivo, denominándose “Destinos de Arma o Cuerpo”.

Las edades del primer grupo, por las que cesarían automáticamente en sus destinos, serían de 60 años para los coroneles, 58 para los tenientes coroneles, 56 para los comandantes, 52 para los capitanes y 47 para los tenientes. Las edades del segundo grupo serían 64 para los coroneles, 62 para tenientes coroneles y comandantes, 58 para capitanes y 53 para tenientes.

Como dicha ley no era inicialmente de aplicación al Cuerpo de la Guardia Civil, se aprobó otra el 15 de julio siguiente, al objeto de que se le aplicase, ya que la Benemérita, por formar parte del Ejército de Tierra, “con mando, disciplina y fuero militar, no puede quedar constituyendo una excepción al adoptarse medidas de carácter general para las Armas, en cuanto a la exigencia de aptitud física para el desempeño de Unidades armadas, así como en el señalamiento de edades límites para la vida activa”.

También hay que citar que ese mismo 15 de julio de 1952 se dictó otra ley de la Jefatura del Estado, por la que se integró “el Escalafón del personal del Cuerpo de la Guardia Civil con los de los antiguos Institutos de la Guardia Civil y de Carabineros”.

Los capitanes pertenecientes al “Primer Grupo (Mando de Armas)” eran, por orden de antigüedad en el empleo, Paulino Martín Perela (Algeciras), Manuel Flores Cómitre (La Línea de la Concepción), Antonio Álvarez Sito (Tarifa), Mariano Pellús Zaragoza (San Roque), Luis Alonso Bruno (La Línea de la Concepción) y Julio del Campo Granados (Algeciras).

En el “Segundo Grupo (Destinos de Arma o Cuerpo)” se encontraban a disposición del director general del Cuerpo, sin destino, los capitanes Agustín Pantojo Laso y Gabriel Bartolomé Navas, con residencia en Algeciras, así como Juan Moreno Lupiañez, que sí estaba destinado en dicha ciudad.

Respecto a los tenientes encuadrados en el “Primer Grupo (Mando de Armas)”, también por orden de antigüedad, eran Ramón Mata Llaves (San Roque), Manuel Cepeda Rodríguez (San García/Algeciras), José Martín Ruiz (Tarifa), Pedro Zamudio Migueles (La Línea de la Concepción), José Herrera Quero (Carboneras/San Roque), Manuel Astillero Portillo (Guadalmesí/Tarifa), Juan Gil Remacho (Algeciras) y Santos Rivera Alonso (Campamento/San Roque).

En el “Segundo Grupo (Destinos de Arma o Cuerpo)”, se hallaban los tenientes Benito García de la Vega (Aduana de La Línea de la Concepción), Leonardo Parra García (Algeciras), Luis Cañas Redondo (Jimena de la Frontera), Antonio Troyano Carbonell (Aduana de La Línea de la Concepción) así como Juan Alonso Bullido (Torreguadiaro/San Roque).

Además de todos los anteriormente citados, hay que mencionar también al practicante de 1ª clase Wenceslao Domingo Rivas, perteneciente al Cuerpo de Sanidad Militar del Ejército de Tierra, destinado en la cabecera de la Comandancia.

(Continuará)

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