El Ayuntamiento de San Roque ha sacado a concurso la primera fase de la rehabilitación del Pabellón Norte del Cuartel Diego Salinas, nombrado recientemente Edificio Carmen Bru, con un presupuesto base de 2,5 millones de euros y un tiempo estimado de obras de 12 meses.

El inmueble está situado en la Plaza de las Constituciones, a poca distancia de la Casa Consistorial y del pabellón que alberga la Biblioteca de San Roque Ciudad y la Escuela de Idiomas, entre otras instalaciones, y suma en sus tres plantas más de 3.000 metros cuadrados.

En un primer momento, la Junta de Andalucía iba a destinar este inmueble al Palacio de Justicia, pero "nunca acometió las obras necesarias", como ha señalado el alcalde del municipio, Juan Carlos Ruiz Boix, por lo que el Ayuntamiento se lo compró a la administración andaluza en 2021 por casi 700.000 euros.

El consistorio pretende remodelar el edificio, actualmente en desuso, con obras para su consolidación y acondicionarlo en una segunda fase para su uso administrativo. Según comenta el primer edil: "El pabellón se encuentra en grave estado de deterioro y sin contenido. No podíamos dejar que ese edificio siga afeando la Plaza de las Constituciones”. Con esta actuación se "desahogarán algunos edificios ocupados en el Casco Histórico de San Roque, que pasarán a un nuevo contenido, en este caso de viviendas, como ocurrirá con la Gerencia Municipal de Urbanismo, y como ocurrirá con las instalaciones actuales de Multimedia”, indicó.

Ruiz Boix lamentó que su recuperación no fuera “una prioridad para el Gobierno de Juanma Moreno, que en cuatro años no había realizado ninguna actividad o actuación”, alegando que “los juzgados de San Roque requieren de un mayor espacio que ese edificio”.

Las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el 24 de enero.

El proyecto

Bajo el nombre de Proyecto Básico y Ejecución de Refuerzo y Consolidación Estructural del Pabellón B en la Plaza de las Constituciones de San Roque, estas obras tienen un precio base de licitación de 2.475.207,97 de euros (IVA incluido), y un plazo de ejecución de 12 meses. Es la primera de las dos fases previstas para rehabilitar el edificio para su uso administrativo.

El pabellón cuenta con 1.132 metros cuadrados de superficie por planta y tres plantas a, por lo que la superficie total es de 3.396 metros cuadrados. La intervención completa supondrá la construcción de una nueva distribución de tabiquería interior, solados, alicatados, cubiertas e instalaciones, y tratamientos exteriores del edificio para la perfecta integración en el conjunto urbanístico del entorno.

En esta primera fase se contemplan las obras necesarias para la consolidación estructural y cimentación.

Informe del edificio

El edificio pertenece a una agrupación de antiguos pabellones militares que forman un gran espacio central como prolongación a la Alameda Alfonso XI. Esta zona presenta una gran simetría en sus laterales con un edifico central (la actual Casa Consistorial), todos con las mismas características de altura y materiales, resultando un conjunto muy homogéneo. El pabellón está sin uso desde que dejó de pertenecer al Ejército, siendo anteriormente residencia de militares.

Su construcción fue a principios de siglo XX y desde entonces ha sufrido pocas variaciones. Tan solo en la planta baja se realizaron distintos cambios de usos. Las fachadas se mantienen como estaban originariamente, conservando su ritmo de huecos.

Actualmente, su fachada debe someterse a una limpieza a fondo antes de ser pintada, además de recibir un tratamiento antihumedad. El suelo de la primera planta debe levantarse para volver a formar un relleno y hacer una nueva solera. La cubierta se encuentra en muy mal estado, por lo que deberá ser demolida y sustituida en su totalidad.

Plano exterior.

Plano de la cubierta.

En el interior, habrá que sustituir la claraboya existente al considerarse “no recuperable”, y habrá que reemplazar los muros de carga que se encuentran en muy mal estado de conservación. Los servicios municipales contemplan la sustitución de las canalizaciones y la revisión de las vigas y viguetas, “por si fuera necesario eltratamiento de eliminación de la oxidación, pasivación o sustituirlas”.

Las escaleras, en general, se encuentran en buen estado, aunque habrá que reparar los tramos deteriorados.

Plano interior.

En el informe técnico se señala que todos los trabajos deben realizarse “con los mismos materiales que fueron empleados en la obra primitiva”, haciendo hincapié en los que puedan verse a simple vista. Los que queden ocultos podrán emplear “los que normalmente se fabriquen en la región”.