La planta de amoniaco verde de Moeve en San Roque, parte del Valle Andaluz del Hidrógeno, comenzará su producción en 2030

La energética tramita la autorización ambiental del proyecto, que cuenta con un presupuesto de 3.000 millones

Las obras de la primera fase arrancarán en noviembre de 2026

"Los proyectos de almacenamiento energético tienen mucho riesgo, dificultades de financiación y poca rentabilidad"

Infografía con la ubicación de la nueva planta de amoníaco verde de Moeve, en San Roque
Infografía con la ubicación de la nueva planta de amoníaco verde de Moeve, en San Roque / D. F. V.

La planta de amoniaco verde que Moeve levantará en San Roque, pieza central del Valle Andaluz del Hidrógeno y nodo estratégico del corredor marítimo de hidrógeno verde entre Andalucía y Róterdam, prevé iniciar la construcción de su primera fase en noviembre de 2026 y comenzará a operar de forma parcial en 2030. La compañía ha solicitado ya a la Junta la autorización ambiental integrada que da inicio a la tramitación.

Según Moeve, se tratará de la mayor instalación de Europa en su categoría, con capacidad para producir, almacenar y distribuir 2.400 toneladas diarias de amoniaco verde, lo que supone unas 600.000 toneladas al año. La obtención del hidrógeno y del nitrógeno procederá de fuentes renovables, con una potencia de electrólisis de 1.000 MW, de acuerdo con el informe técnico elaborado por la consultora Inerco.

El presupuesto global del proyecto asciende a 3.067 millones de euros. La inversión se dividirá en dos fases idénticas de 1.533 millones cada una, a las que se añaden 20 millones destinados a las infraestructuras eléctricas: se modernizarán dos subestaciones ya existentes -una junto a la central térmica de Los Barrios y otra junto a las instalaciones de Moeve- y se levantarán otras dos nuevas dentro del parque energético de San Roque.

Cada fase contará con 34 meses de obras. La primera, que arrancará a finales de 2026, alcanzará una capacidad de 1.200 toneladas diarias y 500 MW de potencia instalada en enero de 2030. Justo entonces se pondrá en marcha la segunda, con horizonte de finalización en marzo de 2033, cuando se alcanzará la producción total prevista.

El proyecto, que se desarrolla a través de la filial Cepsa Sustainable Fuels Algeciras, contempla la construcción de una planta de hidrógeno verde en cada fase. Cada una de ellas producirá 290 toneladas diarias mediante electrólisis, combinando electrolizadores alcalinos y de membranas de intercambio de protones (PEM).

Trabajadores en el parque energético de Moeve de San Roque
Trabajadores en el parque energético de Moeve de San Roque / Erasmo Fenoy

El hidrógeno generado se mantendrá a presión atmosférica, por lo que será comprimido antes de alimentar la planta de amoniaco. Una fracción se destinará a un segundo sistema de presurización para asegurar la estabilidad del suministro. El producto final se almacenará en dos tanques de doble pared, con capacidad de 41.823 metros cúbicos cada uno, a -33 ºC y con una presión ligeramente superior a la atmosférica.

Cada fase dispondrá también de instalaciones auxiliares: una unidad de separación de aire para obtener nitrógeno de alta pureza, un depósito de agua desmineralizada de 1.130 metros cúbicos para garantizar medio día de suministro continuo a los electrolizadores, un tanque de agua de 300 metros cúbicos y su propio sistema de refrigeración.

Corredor marítimo con Róterdam

La planta sanroqueña es clave para el corredor marítimo de hidrógeno que unirá los puertos de Algeciras y Huelva con Róterdam, uno de los grandes pivotes sobre los que gira el Valle Andaluz del Hidrógeno de Moeve. La energética ya alcanzó un acuerdo con Yara Clean Ammonia para canalizar este combustible limpio hacia Países Bajos y otros puntos de Europa central.

Para ello, el amoniaco se almacenará en los tanques y se bombeará por una tubería de tres kilómetros hasta la terminal marítima del Parque Energético de San Roque, en la Bahía de Algeciras. Allí se instalarán brazos de carga para abastecer buques y gabarras a ritmos de entre 1.000 y 2.000 toneladas por hora. Los barcos podrán alcanzar un tamaño máximo de 43.000 toneladas de capacidad.

Consumo de agua

El proceso de electrólisis, refrigeración y otras operaciones industriales exigirá un volumen notable de agua. Inicialmente se recurrirá a los embalses de la zona, aunque será la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) San Roque–Los Barrios, ahora en construcción, la que asuma el papel principal de suministro. El plan contempla también complementar el consumo con agua regenerada procedente de la planta de tratamiento ubicada en el propio complejo energético.

Cuando se complete la sustitución del agua superficial por regenerada, Moeve reducirá su concesión de aguas públicas, reservándola únicamente como recurso de seguridad en caso de incidencias o tareas de mantenimiento.

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