Las protestas que realizan las madres y padres del CEIP Carteia de San Roque para exigir la apertura de un comedor y un aula matinal en el centro comienzan a dar sus frutos. Según ha confirmado el AMPA, se están manteniendo “conversaciones” tanto con la Delegación Territorial de Educación en Cádiz como con la Consejería de Educación, lo que les hace albergar esperanzas de que el próximo curso se resolverá esta demanda.

En cualquier caso, el AMPA La Ermita ha convocado este miércoles una nueva concentración en la puerta del centro, a la que ha vuelto a sumarse la delegada de Educación, Belén Jiménez. La presidenta de este colectivo, Dori Ortega, ha explicado que, respecto a hace unos días, “la situación ha cambiado porque ha habido contactos con varios partidos políticos y desde la Consejería de Educación y la Delegación Territorial también ha contactado con nosotros. Estamos en conversaciones, y parece que el ruido que estamos haciendo se está escuchando, no sólo en Cádiz sino también en Sevilla. Están pendientes de nosotros”, ha afirmado.

La comunidad educativa del colegio Carteia, situado en el casco urbano de la ciudad, reclama la apertura de un comedor y de un aula matinal en el centro tanto por la disponibilidad de espacio en el mismo como por la alta demanda existente. Desde el AMPA se ha planteado esta cuestión a la Junta de Andalucía en los últimos catorce cursos, y nunca han recibido respuesta.

En el manifiesto que han elaborado, se recuerda que en la actualidad 42 niños del centro se desplazan cada día al Santa María Coronada para hacer uso del servicio de comedor, entre los que se cuentan dos alumnos del Aula Específica, que no tienen el acompañamiento de monitores “ya que no es ni su horario ni su función”. Todos ellos tienen que sufrir las malas condiciones climatológicas en sus desplazamientos entre ambos colegios.

Además, los padres alegan que durante el proceso de escolarización muchas familias descartan el colegio Carteia por no contar con comedor y aula matinal, ya que son herramientas necesarias para la conciliación de la vida familiar y laboral. Por eso, consideran esta situación como “una discriminación por parte de la Consejería de Educación”, a la que exigen que cumpla con la normativa y ponga en marcha estos servicios.