La reunión de los dioses

Aquel muchacho cambió la historia del flamenco, creó una cantidad de música sin precedentes, toda con una belleza arrolladora y vivió una vida plena en todos los aspectos

Paco de Lucía vivirá por siempre

Seis cuerdas para la eternidad

Camarón de la Isla y Paco de Lucía en una imagen del documental 'Flamenco y revolución'
Camarón de la Isla y Paco de Lucía en una imagen del documental 'Flamenco y revolución'

21 de diciembre 2022 - 04:00

Dicen que hubo una reunión de dioses, los más importantes del universo. Discutían sobre genios, que si el planeta tierra necesitaba uno, que ya había pasado mucho tiempo desde el último… Y que había que cambiar de registro, que la música clásica estaba muy bien pero que había una música que se estaba desarrollando en Andalucía y que necesitaba un verdadero genio.

Entonces cuentan que fueron diseñando lo que sería su vida, y llamaron al dios del destino para tan ardua tarea:

Nacerá en Algeciras, un pueblecito de pescadores donde tendrá el mar como abrigo y el viento como resorte.

Muy importante será su familia. Hay un muchacho perfecto para ser su padre, severo pero inteligente, curtido por una vida dura para enseñarle el poder del esfuerzo, de la rabia…

Hay una señorita un poco lejos, pero tenemos que llevarla para allá, es perfecta como madre, le dará la ternura y el amor necesario para tan difícil viaje y será una inspiración muy importante para él.

Tendrá tres hermanos y una hermana, que lo llevarán en volandas durante el duro camino de ser un genio, porque se encontrará con todo tipo de depredadores, ansiosos por destrozar todas sus virtudes y no dejarlo volar. Pero ahí estarán ellos, con un carácter perfecto para tan difícil tarea.

Dicen que el 25 de febrero de 2014, aquel hombre nacido en Algeciras y criado en el mundo, llegó derrapando al universo, con cara de velocidad y los ojos muy abiertos. Cuando pudo articular palabra dijo: "Uf, vaya viaje… ¿Está Camarón por aquí?"

El dios de los dones dijo que lo diseñaría con esmero para que fuera un prodigio de la guitarra, y le añadiría varios dones más: la constancia, la capacidad de trabajo, el compromiso con las tracciones, las ganas de reírse siempre para así contrarrestar el tormento de la creación y la humildad, en el sentido más amplio de la palabra. De este modo, siempre estaría abierto a influenciarse de cualquier otra música y su capacidad para descubrir nuevos caminos se multiplicaría.

El dios del destino tomó de nuevo la palabra: "Le pondremos en el camino a un muchacho de San Fernando que está diseñando el dios de los dones, y le está quedando bordao. Está también trabajando en el diseño de unos músicos extranjeros con unos nombres muy raros, que dice que le vendrán bien… Él sabrá".

Así estuvieron un buen rato, pues querían hacer un trabajo exquisito, algo inaudito.

Y lo consiguieron: aquel muchacho tuvo la vida perfecta. Cambió la historia del flamenco, creó una cantidad de música sin precedentes, toda con una belleza arrolladora y vivió una vida plena en todos los aspectos hasta que uno de los dioses, el mete patas de todas las reuniones dijo: "Oye, este hombre tenemos que traerlo de vuelta, porque nos ha salido tan perfecto que lo necesitamos para estudiarlo, nunca nos había salido algo igual… Ya sé que está terminando un disco, dejadlo porque está volviendo a revivir su infancia y debe cerrar el circulo".

Dicen que el 25 de febrero de 2014, aquel hombre nacido en Algeciras y criado en el mundo, llegó derrapando al universo, con cara de velocidad y los ojos muy abiertos. Cuando pudo articular palabra dijo: "Uf, vaya viaje… ¿Está Camarón por aquí?".

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