El sueño eterno

En Andalucía hay elecciones y uno sólo ve propuestas que son florilegios de gilipolleces

Mundo raro. Lo que admiramos es fruto del olvido interesado y sistemático; la belleza de las ciudades, el Arte, lo espectacular de los templos diversos, la urbanización o la poesía, son la huella de un mundo rico en el que la pobreza ha sido suprimida de la memoria. Tienen razón los conservadores, el mundo es el fruto de la ambición, sin ella no tendríamos ese patrimonio maravilloso que visitamos como turistas... pobres. De los desgraciados sólo nos resta un eco lejano del sufrimiento que, cada vez que obviamos, enterramos más.

Que las clases medias y bajas, esto es, la mayoría, no sean conscientes de que sus derechos actuales son el fruto de la presión constante (y sangrienta) de los olvidados, que el mundo es la contraposición de quienes pueden y quienes dependen de quienes pueden, sometidos, me produce una estupefacción paralizante.

Ver esas hordas jaleando a los muñequitos del Capital, también conocidos como Real Madrid; ese fanatismo religioso disfrazado de "cultura" en El Rocío; ese turisteo convirtiendo ciudades en parques temáticos indiferentes a la Historia, el dato o la realidad... En estas cosas que tanto nos divierten y nos dan los hitos para seguir: yo sólo veo basura ideológica, opio, que dijo aquél, porque el opio se consume hoy más que nunca y no se siembra, no hace falta, se distribuye en las escuelas.

En Andalucía hay elecciones y uno sólo ve propuestas que son florilegios de gilipolleces que tienen como finalidad conservar el tejido productivo. Vale, aceptado. Pero ¿vamos a votar sin valorar la situación de la Sanidad o de la Educación? ¿De verdad vamos a permitir que el Estado se convierta en un mero gestor de los privilegios cediendo migajas a lo Público, sin proyectos que estructuren mejoras para la mayoría? ¿Aceptamos, pues, que la Historia terminó y lo que hay es lo que hay?

No basta la feria permanente que nos dé contratos para la supervivencia, aplíquese esto en todos los sectores. La vida es más que la satisfacción del ansia de excesos que un necesitado sueña, la vida es más que un rico satisfaciendo sus deseos de miserable. Dónde coño está la izquierda... porque la derecha inunda todo con su apabullante narcolepsia repleta de gastrobares, hidromasajes, terrazas infinitas, deportivos, playas solitarias y vientres moldeados por el hambre selectiva y la cirugía.

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